Tras lo que estamos oyendo y leyendo estos últimos días…conviene volver a recordar esta fecha que hoy se celebra, el Día Mundial de los Refugiados y Refugiadas.
Este día fue introducido el 4 de diciembre de 2000 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (con motivo del 50 aniversario de la celebración de la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, en 1951) celebrándose por primera vez el 20 de junio de 2001:
“Una llamada a la solidaridad.
Los refugiados son personas que huyen del conflicto y la persecución. Su condición y su protección están definidas por el derecho internacional, y no deben ser expulsadas o devueltas a situaciones en las que sus vidas y sus libertades corran riesgo.
En la actualidad presenciamos los niveles de desplazamiento más altos jamás registrados.
Una cifra sin precedente de 65,6 millones de personas en todo el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares. De los casi 22,5 millones de refugiados, más de la mitad son menores de 18 años.
El organismo de las Naciones Unidas para los refugiados, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), lanzó la campaña #ConLosRefugiados (que aún continúa como lema este año 2018) en junio de 2016, para pedir a los gobiernos que colaboraran y cumplieran con su deber en relación a los 65,6 millones de personas que se encuentran en esta situación».
Conviene recordar también que la inmensa mayoría de personas refugiadas no buscan refugio en Europa o EEUU, están en las regiones y países limítrofes a sus lugares de origen.
