Semana sangrienta la pasada ya que a la mujer asesinada el dia 11 en Vigo hay que sumar estas otras dos nuevas víctimas:
El primero de los casos ocurrió el pasado 12 de octubre en Tías (Lanzarote, drugs Islas Canarias). Ella se llamaba Mara Serighelli y tenía 37 años y fue asesinada por estrangulamiento mediante un cable por su pareja de 30 años llamado Mor Ndao. Todo ello ocurrió delante de la hija de ambos, pills de entre 1 y 2 años de edad, sale ed que fue encontrada junto al cadáver cuando llegó la policía. El agresor se entregó voluntariamente a la policía
El día 14 de octubre, en Avilés (Asturias) otra mujer era asesinada. En este caso A.C.G., de 29 años, falleció a consecuencia de los golpes en la cabeza que le propinó su pareja, E.A.P.T., , de 30 años, que ya tenía antecedentes por malos tratos a una expareja anterior. Tampoco había denuncias previas en este segundo caso de la mujer asesinada. El hombre confesó el crimen a un camarero de un bar cercano y se entregó a la policía.
Con esta mujer asesinada, son ya 55 las mujeres asesinadas en lo que va de año por sus compañeros o excompañeros (se incluyen tres que no aparecen en las listas del Ministerio (una por estar en investigación la relación entre ambos, otra por haber ocurrido en Alemania (la mujer había huido de Girona donde la buscó y asesinó su pareja y él fue detenido en Girona a su vuelta) y otra porque ocurrió en 2010 pero se creía que había sido un robo hasta que en marzo pasado se detuvo al marido)). Siguiendo la campaña UNA POR UNA esta entrada TRES POR UNA visibiliza una vez más a mujeres de los siglos anteriores al siglo XX. Esta vez cito a una mujer cuya biografía he sacado de un libro de CARLOS CÉSAR ÁLVAREZ titulado “Mujeres singulares” y que puede adquirirse en la web en el siguiente enlace: http://ccalvarez.bubok.com (podéis ver otro listado en el siguiente enlace)
ANNIE BESANT (Annie Wood) (Londres, 1847 – India, 1933)
A pesar de nacer en Londres provenía de una familia irlandesa y siempre mostró su orgullo de ser irlandesa. Su padre, médico, murió cuando ella tenía cinco años, dejando a la familia en una difícil situación económica por lo que Annie fue acogida pro una amiga de su madre, Ellen Marryat, quien se encargó de que tuviera una buena educación.
Viajó a Francia y Alemania para aprender idiomas y con diecinueve años se casó con el pastor anglicano Frank Besant. Tuvieron dos hijos: Digby y Mabel pero el matrimonio fracasó. Los primeros conflictos surgieron por motivos económicos ya que Annie escribía cuentos infantiles y artículos y cobraba por ello pero la Ley de aquella época decía que el dinero ganado por la esposa no era de ella sino de su marido. También políticamente eran opuestos ya que él era conservador y ella más progresista.
Perdió la fé y según lo contado, un día que se negó a comulgar, su marido la echó de casa. Annie regresó a Londres y formalizó su separación (ella quedaría al cuidado de su hija y su marido del chico). (No obstante el marido no aceptaba el divorcio así que por ello Annie conservó toda su vida el apellido del marido.
A partir de ese momento, ya libre, Annie empezó a escribir textos criticando a las iglesias y la forma en que controlan la vida de las personas, luchó por causas justas como la libertad de pensamiento, los derechos de las mujeres, el laicismo, el control de la natalidad y los derechos de los trabajadores..y y empezó a ganarse la vida como escritora de una columna en un diario semanal pro laicismo.
Allí conoció a Charles Bradlaugh, ateo, republicano y separado de su esposa (en 1880 Bradlaugh había sido elegido representante por Northampton en la Cámara de los Comunes, pero se negó a jurar sobre la Biblia y no se le permitió ocupar el escaño).
Juntos editaron un libro sobre control de la natalidad, The Fruits of Philosophy, del que era autor Charles Knowlton y fueron acusados de publicar un “libelo obsceno”, con contenido “proclive a la corrupción moral de aquellos cuyas mentes están abiertas a influencias inmorales”. Fueron condenados a seis meses de cárcel, aunque apelaron y finalmente la causa fue anulada por defectos de forma.
No contenta con esto, Annie Besant decidió escribir su propio libro sobre control de la natalidad, The Laws of Population, que The Times calificó de “lascivo, sucio, indecente y obsceno”.
En 1887, publicó, junto con Bradlaugh, Why I Do Not Believe in God. Pero todo esto habría de costarle caro: Frank Besant logró arrebatarle la custodia de su hija, alegando ante el juez la inmoralidad de Annie.
Se hizo amiga (algunas fuentes aseguran que fueron amantes) de George Bernard Shaw, en esa época uno de los líderes de la Sociedad Fabiana, de socialistas reformadores.
A su vez, la amistad con Edward Aveling, un joven profesor socialista que había traducido al inglés las obras más importantes de Marx, que tuvo gran influencia en el pensamiento de Annie en aquella época. En este período, participó en numerosas campañas y apoyó huelgas, como la de las trabajadoras de la fosforera o la de los estibadores del muelle.
Posteriormente Annie ingresó en una logia masona francesa en la que había igualdad entre hombres y mujeres, la International Order of Co- Freemasonry, Le Droit Humain.
En ese priodo fundó nuevas logias: tres en Londres, tres en el sur de Inglaterra, otras tres en el norte y el noroeste, e incluso organizó una en Escocia.
Más tarde, tras un encargo en 1889, sobre el libro La Doctrina Secreta, de la escritora H.P. Blavatsky, mantuvo una amistad con ella que le hizo abandonar las ideas socialistas y afianzar las teosóficas.
Cuando Blavatsky murió en 1891, Annie se convirtió en una de las principales figuras de la teosofía. En 1893 viajó por primera vez a Chennai, en India, donde estaba la sede de Theosophical Society Adyar -una de las ramas en que se escindió la Sociedad Teosófica original, tras la muerte de su fundadora-, a cuyo frente estaba el coronel Henry Steel Olcott.
Annie Besant se convirtió en presidenta de la Sociedad.
A pesar de su militancia teosófica, Besant no había abandonado su actividad política. Se unió al Partido del Congreso e intentó aplicar a India las tácticas de los independentistas irlandeses, lo que le valió pasar por las cárceles británicas un par de veces
Obtuvo su libertad gracias a la mediación del presidente Wilson de EEUU.
Cuando murió sus cenizas fueron arrojadas al Ganges.
Algunos teósofos afirman que en vidas anteriores Annie Besant fue Hipatia, la filósofa de Alejandría.
