- “Cuando pones nombre a un muerto olvidado, revive otra vez”
La noticia de ayer decía: “Una nueva fosa con 42 cadáveres de asesinados por el franquismo ha sido descubierta en el cementerio de Valladolid”.
En las guerras siempre hay asesinos, en todos los bandos, porque la guerra siempre saca lo peor de todos, no cabe duda.
La guerra de España de 1936, provocada por el golpe de estado de un general mezquino y fascista, no es una excepción. Durante la misma se produjeron muchos asesinatos de ambos lados aprovechando el momento.
Finalmente terminó, con la victoria de los franquistas, amigos de nazis y fascistas, y durante 40 años impusieron su propia dictadura.
Murió el asesino Franco, imponiendo al siguiente jefe del estado en la figura de un rey a su medida y como su sucesor.
Parece que todo ya estaba mejor, todo había acabado y ya la democracia había llegado pero…., la realidad es que los que ganaron la guerra fueron los mismos que, a los 40 años de dictadura, impusieron su propia transición, que fue aceptada como mal menor por todo el resto, confiando en que era la mejor forma de llegar a la democracia, tras tantos años de ausencia de libertades.
Lo que no contaban el resto es que, aunque tras la transición hubo un partido socialista que mandó unos años, el verdadero poder no estaba en ellos sino en los vencedores de aquella guerra, los que habían conseguido dinero, tierras, propiedades…, tras arrebatárselas a la otra media España vencida.
Todavía hoy, ¿alguien lo duda?, muchos de los grandes millonarios y empresarios devienen de aquellos robos realizados por sus padres o abuelos en aquel golpe y aquella dictadura.
LA LEY DE LA MEMORIA HISTÓRICA ES UN EJEMPLO.
Sí, parece que aprobaron una ley de memoria histórica para resarcir a esos otros asesinados, los que no tuvieron placas de homenaje en las iglesias y plazas, ni digno entierro, ni juicio, ni familia que pudiera llorarles…, aquellos millares y millares asesinados y asesinadas, tirados a cunetas, o a fosas comunes tras las tapias de los cementerios…
Pero, no nos engañemos, ya no es que un malnacido, porque no tiene otro nombre, diga que “ya estamos con las batallitas y las cunetas del abuelo”, eso es lo anecdótico, son palabras necias de un fascista reconvertido a falso demócrata, nieto de aquellos que fusilaban. En la foto siguiente, el mapa de las fosas de España:
El problema es que a pesar de la Ley, el gobierno pone todas las trabas que puede y no da los fondos necesarios para poder trabajar en la búsqueda de estas fosas.
Al final hay que hacerlo con fondos de Ayuntamientos que están sensibilizados, donaciones particulares…., porque el gobierno heredero del franquismo no le interesa remover sus asesinatos.
No le interesa poner nombre a los asesinados, porque eso los humaniza y lo hace más duro. Esa es la razón de por qué no dan el dinero que debieran dar por obligación a esta tarea, hasta encontrar la última fosa de asesinados.
VALLADOLID
Esta vez ha sido, una vez más, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica la que, con mucho voluntariado y unos pocos fondos que ha subvencionado el Ayuntamiento de Valladolid, ha descubierto una nueva fosa, ésta con al menos 42 cadáveres amontonados, fusilados o ejecutados de un tiro en la cabeza. Asesinados y escondidos por los golpistas en aquel verano de 1936. (con esta y las otras tres fosas anteriores que se levantaron en 2016 ya se van descubriendo al menos 228 personas enterradas cuyo único delito fue defender la democracia. Se cree que la menos 2500 fueron ejecutados en Valladolid entre 1936 y 1942).
LINA NEIRA
Es muy difícil saber las identidades de los asesinados, tras tantos años, con descendientes que han muerto esperando que se haga justicia al menos para poder llorar a sus muertos. En el caso de Lina Neira la casualidad ayudó.
El cuerpo fue hallado en una de las fosas, la mataron y enterraron con dos medallas en su cuello, una de ellas era de la cofradía de la Virgen de Castromocho, un pueblo de Palencia. La casualidad fue que al estar en fiestas en la localidad, septiembre de 1936, ella llevaba puesta esa medalla al cuello. ,A Lina la apresaron junto a su marido y otras 14 personas del pueblo. Se las llevaron y nunca más volvieron.
Todavía vive una hija, con 93 años, y gracias a una prueba de ADN han podido determinar el nombre. Seguramente los otros 14 estarán en esa misma fosa. Cada prueba de ADN cuesta 600 euros al menos, por ello sin la subvención es imposible.
Esto lo sabe el gobierno heredero de esos asesinatos, y sabe que poner nombre a los muertos es humanizarlos. Ese es su objetivo, que no aparezcan más muertos, que se olviden de ellos y de las cuentas. Y mientras, los herederos de aquellos que se forraron y construyeron sus empresas gracias a la dictadura y esos asesinatos, seguirán mandando en España.
Un abrazo Lina, no olvidaremos tu inocencia ni dejaremos de señalar a tus asesinos y sus descendientes políticos. Hay gente que dice, pensando que lo han pensado ellos mismos, que «hay que olvidar ese pasado otra vez». Lina, esa gente no sabe que ese pensamiento es enseñado, metido con calzador año tras año. Qué te voy a decir, Lina, si todavía unos cuantos millones siguen votando a ese partido que se ríe de «las cunetas del abuelo» o paraliza cualquier subvención para poder encontrarte a ti y a tantos otros como tú.
Descansa en paz.
Foto de la última fosa descubierta en Valladolid: