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ONGI ETORRI

Mujer asesinada por su marido en Oviedo

Mar 5, 2010

A las 3 de la tarde del domingo pasado, sale día 28, pharm Manuel R.P., de 64 años, llamaba a su hijo y le decía «he matado a tu madre». Ocurría en Oviedo (Asturias), la mujer asesinada se llamaba Isabel Larriet Rodríguez, de 59 años. Manuel se había ensañado con ella, la había apuñalado por todo el cuerpo, incluido el cuello y el rostro. A pesar de la frialdad del asesinato de su mujer, de la llamada a su hijo, parece ser que se evalúa ahora mismo el estado mental de Manuel puesto que podría padecer alguna enfermedad mental que fue la que le hizo prejubilarse en su día.  Dos muertes ocurridas en su entorno familiar en el último año quizá habrían ahondado su depresión, que no ha ido esta vez contra si mismo sino contra su mujer, en un ataque de machismo exacerbado. Quizá suene más a…»qué puede hacer mi mujer si falto yo» que a «mia o de nadie», dos de las causas más comunes de estos asesinatos machistas. Quizá, o quizá no, quién puede saberlo…
Con esta mujer asesinada serían ya 8 las mujeres asesinadas en lo que va de año por sus compañeros o excompañeros (incluida una no contabilizada por el Ministerio de Igualdad).  Siguiendo la campaña UNA POR UNA esta entrada TRES POR UNA visibiliza a una gran economista socialista y por ello no muy conocida tampoco.. (podéis ver otro listado en el siguiente enlace)

Laura Elizabeth Ingalls (Wisconsin, 7/2/1867 – 10/2/1957. “La casa de la Pradera”)


Pronto descubrió que le gustaba la escuela, especialmente la lectura y la escritura. Su padre no conseguía trabajo, y la familia tuvo que mudarse muchas veces. Cuando nevaba mucho, cerraba la escuela, y ella estudiaba en casa. Leía los libros de la familia una y otra vez. Pedía libros prestados. Escribía poemas en libritos que ella misma hacía. Como Laura era tan buena estudiante, le pidieron que fuera maestra en una escuela de la pradera. se casó con Almanzo en 1885 y un año después nació su hija Rose. Poco después pasaron por muchas dificultades (granizo, sequía y tormentas de viento arruinaron las cosechas de trigo), eran muy pobres, su hijo murió poco después de nacer y Almanzo enfermó. Tuvieron que mudarse una vez más. Con los cien dólares que había ganado cosiendo hicieron el primer pago por un terreno cerca de Mansfield que llamaron Rocky Ridge Farm, establecieron una granja que prosperó rápidamente. Mientras seguía escribiendo artículos para el periódico.
Cuando tenía sesenta años, Rose, una autora conocida, la impulsó a escribir los recuerdos de su vida en la frontera de los Estados Unidos. realizó una serie que seguramente todos conocéis por verla en televisión: La casa de la pradera, basada libremente en su vida, proporciona un retrato detallado y realista, lleno de calor, humor y drama, de la vida de una familia pionera. Empezando con La casita en el bosque (1932), la cabaña de Wisconsin en la que nació, Wilder relata la migración familiar hacía el oeste hasta Kansas en La Casa de la pradera (1935), después a Minnesota en A orillas de Plum Creek (1937) y finalmente al territorio de Dakota en A orillas del lago Silver (1939). El largo invierno (1940), El pueblo de la pradera (1941) y Aquellos felices años dorados (1943) describen su adolescencia, su primer trabajo como maestra y su matrimonio con Wilder, cuya infancia relata en Chico granjero (1933).
Ya viuda, en 1954 le fue otorgado por la American Library Association (Asociación de bibliotecas americanas) el primer premio Laura Ingalls Wilder, premio que se concede cada tres años en su honor a un autor o ilustrador que haya realizado “una contribución importante y duradera” a la literatura infantil.. Después de su muerte se publicaron tres libros: Los primeros cuatro años (1971), último de la serie de La casa de la pradera, que cuenta los primeros años de su matrimonio; Camino de casa: Diario de un viaje desde Dakota del Sur a Mansfield, Missouri, en 1894 (1962) con su hija, Rose Wilder Lane, y Al oeste de casa (1974), un libro de cartas que escribió a su marido mientras se encontraba en San Francisco en 1915. Roger Lea MacBride, editor de Al oeste de casa y nieto adoptivo de Lane, ha escrito dos libros que continúan la historia de los Wilder y se narran desde la perspectiva de Rose: La casa de Rocky Ridge (1993) y Pequeña granja en los Ozarks (1994).