Una visión distinta sobre sobre la violencia doméstica, herbal interesante lectura ¿CÓMO LO VEIS? (Sacado de Diario de NOTICIAS DE ALAVA)
Homicidios, cialis maternidad y masculinidad (AMAIA BERANOAGIRRE*)
ESTE mes la sociedad se ha conmocionado con la muerte de dos hijos intoxicados por su madre en Navarra, así como hace unos meses otra madre degolló a su hija en Girona. Es llamativo ver el tratamiento tan diferente que reciben los casos de violencia doméstica según la relación entre la víctima y el/la agresora, y el género.
Diferentes investigaciones realizadas en China, Finlandia, India, EEUU, España y Kenia muestran que son las madres quienes maltratan a los niños/as en mayor proporción que los padres; lo explica el que son las madres quienes están más tiempo con los/as hijos/as. Tanto las madres sanas como enfermas, maltratadoras como madres amantísimas, consideran suyos a los hijos/as, por eso, cuando hay una descompensación psíquica o déficit psíquico, pueden acabar con sus vidas, porque los consideran suyos. Los hombres no tienen un sentido de la propiedad de los hijos tan apegado como las mujeres. Se podría decir, que las mujeres están más apegadas a sus hijos/as y los hombres a sus mujeres.
En los casos de las madres que matan o maltratan a sus hijos/as se tiende a intentar entender lo que ha sucedido en su mente. Se busca un diagnóstico psicológico de depresión, esquizofrenia o crisis se procede al tratamiento de la afección psicológica hallada, y no a un tratamiento como maltratadoras. La palabra maltratador/a es un calificativo social, no es un diagnóstico clínico. Sería ineficaz referir a un mismo tratamiento maltratadoras con diferentes patologías o perfiles psicológicos. Lo mismo ocurre con los maltratadores, las afecciones psíquicas de los/as maltratadores/as pueden ser diversas.
El que determinadas afecciones psíquicas se consideren patologías o no, dependerá de la escuela psicológica que lo considere. De las patologías psíquicas existentes son muy pocas las que eximen de responsabilidad legal; los trastornos de personalidad, las psicopatías o las caracteropatías no suponen ninguna disminución de conciencia, ni crisis de locura y, por tanto, tampoco eximen de responsabilidad penal. Pero tener un buen diagnóstico es un paso imprescindible para un tratamiento adecuado. Obviamente, la psicopatología o los cuadros psicológicos son resultado de factores biológicos, psicológicos, históricos y sociales; pero por ello no dejan de ser perfiles psicológicos que hay que diagnosticar para saber qué ocurre y cómo intervenir.
A pesar de ser las madres las que cometen más filicidios y que consideran suyos a los/as hijos/as, a nadie se le ocurre pensar que la causa única de estos homicidios sea el poder que las madres tienen sobre los/as hijos/as, sino que pensamos que algo anómalo ha ocurrido en la mente de la homicida.
Asumimos que las madres psíquicamente sanas tienden a querer y proteger a su progenie, del mismo modo que los hombres sanos tienden a proteger a mujeres y niños, siendo uno de los componentes de la masculinidad.
Las noticias de hombres que arriesgan sus vidas para salvar la de niños y mujeres son frecuentes. En el hundimiento del Titanic se salvaron un 74% de mujeres y un 55% de niños, frente al 22% de hombres. Una mayoría de hombres dieron sus vidas voluntariamente para que mujeres y niños/as se salvaran; si los hombres hubieran valorado sus vidas por encima de la de las mujeres y niños, lo hubieran tenido fácil dada su mayor fuerza física.
Quizá se deba a su identidad de género, tan denigrada en estos tiempos. Si estos hombres consideraran a las mujeres seres menos valiosos, ¿arriesgarían sus vidas o su integridad física para salvarlas? ¿Qué sentido tiene calificar como violencia de género la muerte de mujeres por hombres?
Murray A. Strauss ha sido pionero en investigar sobre maltrato utilizando muestra masculina y femenina. Los resultados de este estudio sobre violencia efectuado en 32 países, muestran que casi un tercio de las mujeres y de los hombres agredieron físicamente a una pareja, y que el patrón más frecuente fue la violencia mutua, seguida por la violencia exclusivamente femenina. La violencia exclusiva por parte del hombre era el patrón menos frecuente según los participantes femeninos y masculinos.
Las estadísticas también muestran cómo los países con mayor tradición en las políticas de igualdad de género encabezan la lista de mujeres muertas a manos de sus parejas; Finlandia ha encabezado la lista en años sucesivos, siendo un país en que el sufragio universal se logró al mismo tiempo para hombres y mujeres.
Ni la maternidad ni la masculinidad son positivos ni negativos en sí mismos, sino que cuando mujeres u hombres sufren una crisis o enfermedad psíquica pueden llegar a asesinar a sus seres más queridos: hijos/as, parejas o padres/madres.
Pero que las muertes de mujeres por hombres quizá no se deban en primera instancia a la masculinidad, sino a otros factores como enfermedades o desequilibrios, no quiere decir que el poder social y político no siga estando en manos de una minoría predominantemente masculina.
* Psicóloga. Vitoria-Gasteiz