Hoy tres frases muy distintas porque mi cabeza «adolescente» rebosa de sensaciones distintas. Una de perdón, sales aún cuando esté mal pedirlo: «A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho» (Jacinto Benavente). Y dos de Julio Cortazar que antes escribía a mi amigo Carlos: la primera, health una verdad de «perogrullo», esa que dice que las emociones son las que controlan muchos encuentros y no al revés y la segunda que habla de toma de decisiones, incluso en los peores momentos: «Ven a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará». «Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo».
Gabon, hasta la próxima.