cialis «serif»»>Ese es el título de un texto, sick que rsumo, del Diario de Noticias (7-5-2007) escrito por Ricardo Sansegundo ( Experto en cultura, civilización y religión islámicas):
…………………….Lo que los medios de comunicación llaman velo islámico en realidad es un pañuelo y, además, no tiene un origen islámico. En la zona geográfica donde surge el Islam (Península Arábiga, siglo VII) las mujeres se cubrían con diversas prendas para protegerse del clima; era un territorio en el que existían diversos grupos étnicos y religiosos: cristianos de diversas sectas, árabes idolatras y tribus judías monoteístas. Con esta diversidad de gentes, da la impresión de que la vestimenta no está directamente relacionada con las variadas creencias religiosas de los habitantes.
…………..sólo tenemos que recordar las cartas que San Pablo dirigía a los Corintios (1 Cor. 11) exigiendo que las mujeres fueran cubiertas con velo, cartas que son muy anteriores a la existencia de los musulmanes. …….. En el Corán, lo que se recomienda a las mujeres -también hay recomendaciones sobre la vestimenta de los hombres- es que se cubran el pecho y que se distingan como musulmanas para evitar ser molestadas en la vida social.
Las referencias al modo de vestir femenino que figuran en el Corán (XXIV 30-31 y XXXIII 59) en ningún caso justifican tipos de vestimenta como el burka, por poner un ejemplo. En cuanto a la supuesta obligación religiosa de cubrirse como signo del paso de niña a mujer, ni es religiosa ni es obligatoria. El tipo más frecuente del mal llamado velo islámico que vemos en nuestras calles es el hiyab , que consiste en un pañuelo que tapa el pelo y deja descubierta la cara. Es una moda que se ha popularizado a través de los culebrones televisivos que proceden de Egipto, el mayor productor de películas para televisión del mundo árabo-musulmán. Es una moda y como tal será sustituida por otra.
¿A qué es debido el malestar que el uso del hiyab produce? En primer lugar, a la supuesta violencia que sobre las mujeres se ejerce por parte de los hombres, padres o maridos, para obligarles a cubrirse el pelo; nada más alejado de la realidad en el caso de las musulmanas en España. Sus motivos son variados: se colocan el pañuelo como signo de identidad, como elemento de afirmación individual ante el ambiente social, como manifestación de su firmeza religiosa y en algunos casos como moda del vestir. No parece razonable la alarma y el conflicto social que se está produciendo en el caso de la vestimenta de las mujeres musulmanas. Mucho más espectacular (también podríamos sospechar que han sido obligadas) es la colorida y folklórica vestimenta que llevan las mujeres bolivianas o peruanas, andinas en general, por nuestras calles y a nadie parece llamarle la atención.
Los medios de comunicación le dan al asunto del pañuelo una importancia que no tiene, se está cargando de significado negativo una prenda de vestir que de dejarla en ese nivel de significación -el de prenda de vestir- no sería más conflictiva que una boina…………….
El hiyab es una prenda de vestir y su uso pertenece al ámbito de las decisiones personales, en el que no se deben inmiscuir elementos ajenos Empiezo a maliciarme que hay un interés en variar el significado de un signo -el pañuelo- y cargarlo de un nuevo contenido lleno de significados agresivos que produzcan dos consecuencias-reflejo: malestar por la visión del hiyab y un ánimo bienintencionado de liberar a la portadora del mismo. Si continuamos en esta dinámica acabaremos utilizando la fuerza para despojar a las monjitas de la caridad de su pañuelo… para liberarlas, naturalmente.