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ONGI ETORRI

Contra la dictadura, contra la justicia politizada: más política.

Oct 19, 2007

Ayer, therapy el juez Baltasar Garzón envió a prisión a otros dos miembros de la Mesa Nacional, check Asier Imaz y Gorka Díez, erectile ambos acusados de integración en banda armada.
Pero ahí no queda la cosa porque las amenazas políticas siguen: El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, aprovechó la toma de posesión del nuevo fiscal jefe de Pontevedra para anunciar que habrá más detenciones de miembros de la izquierda abertzale, cuyos líderes conforman la «prioridad» de los servicios jurídicos españoles. . Son ya 23 los miembros de la cúpula dirigente de Batasuna detenidos, 19 de ellos están ya encarcelados.
En el auto de procesamiento, Garzón constata que desde la redada de Segura la kale borroka se ha incrementado en un 456,2% respecto al resto del año 2007. ¿De qué se extraña?, ¿No es eso lo que estaba buscando, Acción-Reacción?. Manda güebos que diga que «ha quedado claramente evidenciado que la voluntad de los que componen la estructura de Batasuna está claramente abocada a una estrategia violenta convergente con ETA y otras estructuras ilegales del complejo terrorista liderado por ésta». Vaya justicia, es la leche.
Se ve que para la justicia no hay más prioridades que encarcelar a vascos independentistas únicamente por sus ideas. ¿Quien ha dicho que en el País Vasco no hay presos políticos?
Es interesante el EDITORIAL del Diario e Noticias de Hoy, titulado MALOS TIEMPOS:Es difícil saber si se trata de una estrategia premeditada, o simplemente de una actividad casual dentro de los múltiples operativos abiertos contra la izquierda abertzale oficial desde que ETA dio por finalizado el alto el fuego. El caso es que, como gota malaya, se están sucediendo las intervenciones policiales y las iniciativas judiciales contra conocidos dirigentes de las estructuras de esa izquierda abertzale y contra personas presuntamente vinculadas a ella. Estos operativos fueron llevados a cabo de forma gradual pero con su punto de espectacularidad, comenzando por el encarcelamiento de Arnaldo Otegi
, siguiendo con el de Juan Mari Olano , rozando el apoteosis con el arresto y posterior prisión de 17 presuntos miembros de la Mesa Nacional y sucediéndose a continuación y hasta ayer en un goteo de detenciones y encarcelamientos que no parecen tener fin. Los últimos operativos, según parece deducirse de las informaciones oficiales, van dirigidos contra dirigentes más o menos conocidos y contra presuntos participantes en acciones de kale borroka . Ayer, la Policía arrestaba a un séptimo joven en Getxo y le unía a los ya imputados por presunta participación en varios ataques y sabotajes. También ayer, el juez Baltasar Garzón enviaba a prisión a Asier Imaz y a Gorka Díaz , ambos con responsabilidades en Batasuna, bajo la acusación de integración en banda armada . También ayer, Garzón y Conde Pumpido auguraban nuevas detenciones. De lo que en definitiva pueda sustanciarse judicialmente sobre este goteo de detenciones, encarcelamientos e imputaciones, está por ver. Lo que sobrecoge es el grado de insensibilidad con el que la sociedad vasca está reaccionando ante esta situación, circunstancia que merece una reflexión sobre todo por parte de los más afectados. En el contexto político, suele aducirse generalmente el argumento de que la izquierda abertzale oficial nunca se ocupa de los derechos de los demás, aunque se trate del derecho a la vida, el más elemental. En el contexto social, del ciudadano medio, esa pasividad se interpreta como consecuencia del hastío, del tedioso soportar durante tantos años unas prácticas violentas que alteran la vida cotidiana. Malos tiempos para un colectivo que no ejerce la autocrítica.