Mi compa Rober me enviaba esta mañana un texto de Eduardo Galeano corto pero interesante.
Hablaba de la importancia del lenguaje en la política capitalista (es en todas las políticas pero bueno, health nuestro querido Galeano es también rojeras y por eso nos gusta más, claro).
Recuerdo que cuando el expresidente español Felipe Gonzalez reinaba (con permiso de Su Honorabilísima Majestad Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, claro), es cuando me di más cuenta de esta utilización burda pero efectiva a la vez . En aquella época una organización que toda la vida se había llamado «la OTAN», de repente pasó a llamarse, por obra y gracia gubernamental , la Organización del Atlántico Norte. Tachán!!!!, Magia!. Y se aprobó en referendum.
Recuerdo también el caso del inefable y superextraindependienteperiodista Urdaci, cuando le obligó una sentencia a rectificar una de sus desinformaciones y lo hizo leyendo al sindicato Comisiones Obreras como «ceceoo».
Podemos hablar de mil casos, solo pensando en este pais, donde el gobierno de turno, manejando sus intereses pone en movimiento su maquinaria institucional y comunicativa de masas para «convencer» a la población que las cosas se llaman de otra forma: ETA pasó a ser «banda terrorista» o «banda asesina»…u «organización o vanguardia» según quien lo dijera, Euskadi era Euskalherria, vascongadas o comunidad autonoma vasca…, Herri Batasuna pasó a ser «izquierda abertzale «radical», frente al «nacionalismo democrático», los nacionalistas españoles ahora se llamaban «constitucionalistas» por mucho que escupan sobre la misma y sean más nacionalistas en realidad que el propio Mussolinni o Bush o Chaves o…cualquiera de esos…, (por cierto, radical viene de raices, ¿no?), a los inmigrantes se les llama «contingente de mano de obra exterior», y si son sin papeles pasan a ser «no regularizados»…..
Bueno, según quien lea esto…se os ocurrirán ejemplos muy dispares, estoy seguro, pero todos ellos indicarán esta manipualción informativo-comunicacional, verdad?
Pues como iba diciendo, en pocas líneas Galeano expresa con acierto lo que implica esta manipulación infomativa. ¿cuantos de nosotros/as empleamos esas nuevas palabras o frases del texto y que nos han metido por nuestra propia puerta trasera?
El lenguaje.
Un texto de Eduardo Galeano
En la época victoriana, no se podían mencionar los pantalones en presencia de una señorita.
Hoy, por hoy, no queda bien decir ciertas cosas en presencia de la opinión pública:
El capitalismo luce el nombre artístico de economía de mercado, el imperialismo se llama globalización.
Las víctimas del imperialismo se llaman países en vías de desarrollo, es como llamar niños a los enanos.
El oportunismo se llama pragmatismo, la traición se llama realismo.
Los pobres se llaman carentes, o carenciados, o personas de escasos recursos.
La expulsión de los niños pobres del sistema educativo se conoce bajo el nombre de deserción escolar.
El derecho del patrón a despedir al obrero sin indemnización ni explicación se llama flexibilización del mercado laboral.
El lenguaje oficial reconoce a los derechos de las mujeres, entre los derechos de las minorías, como si la mitad masculina de la humanidad fuera la mayoría.
En lugar de dictadura militar, se dice proceso.
Las torturas se llaman apremios ilegales, o también presiones físicas y psicológicas.
Cuando los ladrones son de buena familia, no son ladrones, sino cleptómanos.
El saqueo de los fondos públicos por los políticos corruptos responde al nombre de enriquecimiento ilícito.
Se llaman accidentes los crímenes que cometen los automóvilistas.
Para decir ciegos, se dice no videntes, un negro es un hombre de color.
Donde dice larga y penosa enfermedad, debe leerse cáncer o SIDA.
Repentina dolencia significa infarto, nunca se dice muerte, sino desaparición física.
Tampoco son muertos los seres humanos aniquilados en las operaciones militares. Los muertos en batalla son bajas, y los civiles que la ligan sin comerla ni beberla, son daños colaterales.
En 1995, cuando las explosiones nucleares de Francia en el Pacífico sur, el embajador francés en Nueva Zelanda declaró: «No me gusta esa palabra bomba. No son bombas, Son artefactos que explotan».
Se llaman Convivir algunas de las bandas que asesinan gente en Colombia, a la sombra de la protección militar.
Dignidad era el nombre de uno de los campos de concentración de la dictadura chilena y Libertad la mayor cárcel de la> dictadura uruguaya.
Se llama Paz y Justicia el grupo paramilitar que, en 1997, acribilló por la espalda a cuarenta y cinco campesinos, casi todos mujeres y niños, mientras rezaban en una iglesia del pueblo de Acteal, en Chiapas.
Yo añadiría nombres como •Dignidad y Justicia, Plataforma por la Libertad, Libertad Digital, P.Socialista, P. Popular, Euskadi y Libertad …y tantas y tantas organizaciones y entidades, tanto públicas como privadas que manchan de «mierda», todos los días, esas preciosas palabras como Libertad, Unidad, Igualdad, Democracia, Paz… Todos ellos, ni tienen dignidad, ni abogan por una justicia justa, ni quieren personas libres, ni ejercen la libertad de prensa, ni apoyan la Unidad, ni son socialistas, ni son populares, ni apoyan la libertad en Euskadi, .. MAS BIEN LO CONTRARIO, TODO LO CONTRARIO.
Creo que hay ciertas palabras, como las citadas, que debiera prohibirse su uso en nombres de organizaciones privadas. Esas palabras son universales y nadie debe mancharlas tan facilmente, ¿no? (como ocurre en el registro de los nombres de los hijos e hijas recien nacidos, que no podemos poner cualquier nombre…imaginad que algún padre borracho va al Registro y se le ocurre que quiere ponerle «cogorza» (borrachera) a su hijo…..pues mira, que él le lame como quiera pero al pobre chaval que no le joda parte de su vida, ¿no?. Pues a todos esos que he citado antes.. ¡no me jodáis esas preciosas palabras por favor!
(ahhh, ahora la OTAN, como ya se aprobó al final…, se llama otra vez OTAN, nadie la llama con el nombre aquel.)
Pues ná, un saludo compas, o blogueros, o …… como queráis llamaros. Para mi… : amigos/as.