Era el año 1936, el nazismo y el fascismo campaban ya a sus anchas en muchos sitios. La UBF (Unión Británica de Fascistas) había programado una marcha «patriótica» en Londres el 4 de octubre de ese año.
Los fascistas británicos se inspiraban en los fascistas italianos, tenían sus mismos uniformes de camisas negras, eran financiados por ellos, usaban la misma parafernalia militar, el mismo racismo y antisemitismo… Eran unos 50.000 militantes, una organización de moda en esa época, parecido a la moda actual de los fascistas españoles.
Los fascistas británicos plantearon hacer la manifestación en East End, un barrio que tenía una importante población judía, con el fin de provocar la máxima tensión, (¿os suena esto en Vallecas y otros pueblos donde los neofascistas españoles se manifiestan?). El gobierno, también igual que aquí, no se atrevió a prohibir la marcha a pesar de la posibilidad de incidentes y esa incitación al odio antisemita que propagaba la propia convocatoria, por ello autorizó la marcha (a la que asistirían unos 3.000 fascistas) y además puso un gran contingente policial (cerca de 6.000) para protegerlos.
Los antifascistas se organizaron: se juntaron colectivos antifascistas, judíos, socialistas, anarquistas, comunistas, irlandeses…, se estima que cerca de 100 mil personas de toda condición, clase, religión, sexo y edad salieron a las calles contra los fascistas.
Los antifascistas levantaron varias barricadas en la zona donde iba a desarrollarse la marcha, la policía intervino ferozmente contra los contramanifestantes, se produjeron muchos incidentes y detenciones de antifascistas. Pero gracias a ello, la marcha finalmente no pudo ser realizada y los fascistas no atravesaron el barrio y huyeron. A pesar de todo 80 antifascistas fueron detenidos en los incidentes y varios condenados a trabajos forzados o fuertes multas.
Un par de semanas más tarde, grupos de unos 200 fascistas se dieron unas vueltas por el barrio atacando escaparates de personas judías, destrozando algunos coches y atacando a personas que ellos creyeran judíos, lo fueran o no. Hubo varios heridos de diversa consideración pero ahí la BUF demostró su verdadera cara de odio y de violencia.
La batalla de Cable Street y los sucesos posteriores culminaron en la aprobación de una ley llamada «Acta de Orden Público de 1936», que prohibía portar uniformes políticos/militarizados en manifestaciones públicas. Muchos de los fascistas, a los que les atraía el militarismo, los uniformes, la sensación de pertenecer a la manada y la impunidad que creían, ….dejó el partido en esos momentos.
Mussolinni dejó de financiar el partido y empezó su declive final, ese mismo año 1936. Finalmente, una vez ya comenzada la guerra, y ya viendo que el fascismo y el nazismo era un sinónimo de genocidio, la BUF fue prohibida en 1940.
Cuando el pueblo se une, el fascismo, el racismo, el odio…puede pararse.
Si te interesa el tema, en esta entrada puedes ver un muy extenso trabajo sobre el barrio judío, la batalla, el fascismo británico… Recomendable http://www.cablestreet.uk/
En conmemoración de esta marcha existe un mural de 330 m2, hecho en 1979, en un lateral del Ayuntamiento de St. George (actualmente Ayuntamiento de Stepney), y también una placa roja conmemora ese acontecimiento. Fue comenzado por pintado Dave Binnington en 1979, en uno de los laterales del Ayuntamiento de St George / Stepney. Mientras lo hacía, se le amenazó de muerte, se atacó el mural varias veces y finalmente Dave abandonó sin terminarlo. En 1982, sin embargo lo terminaron Ray Walker y Desmond Rochfort y a pesar de los ataques fascistas sigue siendo un símbolo de la lucha por la libertad y contra el fascismo. Hoy en día se le ha aplicado un barniz especial para que si es atacado sea fácil limpiarlo. El fascismo siempre anda por las cloacas pero no podemos dejar que emerja.
Este es el mural y alguno de sus detalles: