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ONGI ETORRI

Defensa de la libertad de expresión

Jul 23, 2007

No, no voy a hablar de El Jueves, al fin y al cabo, le han hecho propaganda y ahora vende más ¿no?

Hace unos días se cumplieron ya nueve años del cierre de Egin y Egin Irratia. 300 agentes de la Policía española a las órdenes del juez Baltasar Garzón, entraron en las instalaciones y lo clausuraron (más tarde siguieron las acciones contra la libertad de expresión contra la revista «Ardi Beltza» y el diario euskaldun «Egunkaria’).

Cerca de 150 trabajadores y trabajadoras quedaron en el paro. Finalmente, fueron procesadas 17 personas dentro del macrosumario 18/98, donde se insertó el caso. Hoy, todavía 14 personas continúan todavía a la espera de sentencia. Para José Luis Elkoro, Jexuxmari Zalakain, Isidro Murga y Patxo Murga se piden 19 años de prisión para cada uno, otros 7 por un delito de colaboración con ETA y tres delitos económicos por lo que se reclaman 4 años más de pena. Sobre Xabier Alegria y Joxean Etxebarria pesa una petición de 13 años, 9 por integración en ETA y 4 por un delito económico; Manu Intxauspe, Maite Mendiburu, Pablo Gorostiaga y Carlos Trenor, 11 años, 7 por colaboración y 4 por un delito económico. Xabi Otero e Iñaki Zapiain, 4 años por un delito económico. Finalmente, para el director de Egin, Jabier Salutregi, y para, Teresa Toda, 7 años cada uno por colaboración con ETA. Además, las instalaciones del periódico en Hernani están irremediablemente perdidas por el total abandono. A la rotativa se le retiraron piezas claves y no se le pudo hacer el mantenimiento necesario mientras las mesas de sonido, material de la emisora y el archivo fotográfico padecen daños irreparables.

Con motivo de ello, un centenar de periodistas y profesores de la Facultad de Ciencias de la Información de la UPV-EHU ha suscrito una declaración a favor de la libertad de expresión:

Por la libertad de expresión.
Quienes esto suscribimos, en nuestra condición de periodistas, queremos hacer llegar a la opinión pública nuestra preocupación por la sentencia del sumario 18/98, especialmente en lo que más directamente nos afecta, lo referido a la libertad de expresión e información, pero también por lo que puede suponer respecto a otros derechos civiles y políticos en Euskal Herria.

El cierre de Egin y Egin Irratia representó un gravísimo ataque a la libertad de expresión y al derecho a la información, cuyos efectos se prolongan hasta el día de hoy. Supuso la criminalización de ideas y opiniones y abrió las puertas a posteriores agresiones directas a medios de comunicación vascos, caso de Egunkaria y Ardi Beltza, encubiertas bajo acusaciones de una supuesta vinculación con ETA.

El cierre se inscribe en el sumario 18/98 que, desde su inicio ha mostrado graves conculcaciones de derechos fundamentales que han quedado en evidencia en la azarosa vista oral. Entre ellas, la falta de garantías en el ejercicio del derecho a la defensa, los testimonios de tortura, la falta o desaparición de documentos, y la misma situación que, desde hace casi 9 años, padecen las decenas de personas procesadas, agravada por las circunstancias del juicio.

No se podrá restituir nunca la libertad de expresión de Egin y Egin Irratia, pero sí se puede, y es necesario, dar los pasos para restablecer los derechos civiles y políticos vulnerados por este proceso, que afectan a las personas procesadas y a toda la ciudadanía vasca. Mucho debe hacerse, y una sentencia absolutoria sería el primer paso. Por el contrario, una sentencia con condenas supondría el afianzamiento de los límites impuestos desde la Audiencia Nacional a derechos y libertades civiles y políticos en nuestra tierra y confirmaría, además, el daño irreparable hecho a dos medios de comunicación.

Superando las coyunturas, es necesario construir un camino hacia la paz y la normalización política basado en el respeto de todos los derechos, entre ellos la libertad de expresión y el derecho a la información, y de todas las ideas y opciones políticas. Entendemos que el juicio 18/98 representa un obstáculo en ese camino, y por tanto, reclamamos que la sentencia sea absolutoria.

Por nuestra parte, me/nos comprometemos en la defensa de la libertad de expresión e información, y reivindicamos el derecho de toda sociedad a crear y mantener los medios de comunicación que responden a su pluralidad política y sociológica.

Sacado de: Defensa de la libertad de expresión a los nueve años del cierre de Egin