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ONGI ETORRI

El Pentágono se planteó en 1994 conseguir una bomba no letal cuyos efectos fueran los de inducir a la homosexualidad entre las filas enemigas.

Jun 22, 2007

Aunque parezca una broma, troche no lo es. El Pentágono se planteó en 1994 conseguir una bomba no letal cuyos efectos fueran los de inducir a la homosexualidad entre las filas enemigas. Con ello se pretendía «minar su disciplina y la moral de combate». De este proyecto se supo por primera vez a finales de 2004, gracias a la Ley sobre Libertad de Información, que obliga a la desclasificación de documentos oficiales al cabo de unos años, y sobretodo, gracias al seguimiento de Sunshine Project (organización que trabaja para denunciar la investigación y el uso de armas biológicas después de la guerra fría).Ese año 2004 la gente lo tomó como una broma o un chiste pero la semana pasada el propio Pentágono reconoció que en algún momento se plantearon investigar en esta línea. Se trataba de crear una bomba no letal que contendría un poderoso afrodisíaco químico que penetraría por las vías respiratorias y cutáneas y sería susceptible de convertir a los soldados heterosexuales en soldados gays. A ello se destinaron 7,5 millones de dólares -5,6 millones de euros- en unas investigaciones llevadas a cabo con el máximo secreto posible (el Pentágono admitió que la propuesta estuvo sobre la mesa pero negó que se hubiera destinado ningún presupuesto y que formaba parte de otros proyectos como un producto químico que volvía a los enemigos muy sensibles a la luz del sol, otro que perseguía crear unas abejas extremadamente agresivas y ratas especialmente furiosas contra los soldados enemigos, o crear halitosis severa y duradera, de manera que se les pudiera reconocer incluso cuando se intentaran camuflar como civiles…), ¡pero qué buenas ideas tienen los yanquis ¿no?.

A este respecto Sunshine Project asegura que el proyecto del que hablamos se incluía todavía en un CD-Rom del año 2000 de un organismo vinculado al Pentágono sobre armas no legales enviado a las Academias Nacionales de la Ciencia por lo que afirma que no se echó de lado en 1994 .

Y teniendo jefes del Estado Mayor Conjunto de los Marines como el general Peter Pace que califica de «inmoral» la homosexualidad y que el Ejército «no debería hacer la vista gorda ante este tipo de actos inmorales»…me lo puedo creer todo ¿no?.