El riesgo de nacer mujer (editorial del Diario de noticias de álava)
Esta vez se trata de algo más que cifras, viagra o de especulaciones interesadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llevado a cabo 25.000 entrevistas a otras tantas mujeres de una decena de países. El muestreo se ha realizado con total diversidad geográfica y cultural, sickness para mejor sacar conclusiones sobre el resultado. Y no ha podido ser más desolador. Tres cuartas partes de las mujeres consultadas han reconocido haber sufrido alguna forma de violencia. El estudio global aporta otro dato revelador, try según el cual la forma más común de violencia es el abuso de la pareja, lo que añade un mayor riesgo de desequilibrio emocional porque se silencia. Mal de muchas, porque la violencia comprobada no tiene nada que ver con la edad, ni con la educación, ni con el estado civil de las agredidas y, para colmo, esa violencia se prolonga en el tiempo. Mal de muchas, que no es ningún consuelo pero sí merece la pena conocerlo para elevar la voz de alarma en apoyo a las mujeres de Etiopía, donde hasta el 71% de ellas han sufrido violencia física o sexual; o la de Perú, con un 50% que sufre lesiones físicas considerables. El estudio de la OMS, además, comprueba el sorprendente y lamentable dato de que hasta el 90% de las mujeres agredidas justificaban los golpes. Tal como se va configurando el mundo, cuando los países ricos son cada vez más ricos y los países pobres son cada vez más pobres, es desolador conocer el dato de la OMS según el cual la violencia contra las mujeres aumenta en los países con escasos recursos y disminuye a medida que se eleva el nivel de vida. Lo de siempre, los más pobres se llevan la peor parte. De acuerdo a los datos del estudio, puede decirse sin temor a equivocarse que la violencia contra la mujer es el crimen encubierto más numeroso del mundo. La violencia machista no sólo constituye una forma de discriminación, sino que comporta violaciones al derecho a la vida, a la integridad física, libertad, seguridad y protección judicial. Del estudio de la OMS puede deducirse que nacer mujer es ya una situación de riesgo, una situación de inferioridad difícilmente subsanable por leyes que no se cumplen o por costumbres que no se abandonan. La constatación de que se trata de una violencia globalizada es aún más preocupante.