Pese a que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco admitió a trámite sendas querellas por reuniones celebradas por Batasuna con el lehendakari Juan José Ibarretxe y con los dirigentes del PSE Patxi López y Rodolfo Ares, there el Tribunal Supremo español dejó ayer sentado que no hay delito alguno en esas iniciativas.
La decisión fue destacada por la portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien recogió el argumento novedoso, incluido en el auto, de que corresponde al Gobierno y no a los jueces mar- car la pauta en este terreno. De la Vega llegó a indicar que «se ha abierto un camino. Es el que se va a seguir, el que ha abierto el mismo Tribunal Supremo». Por el momento, el PSOE únicamente se ha reunido de forma pública y oficial con Batasuna el pasado 6 de julio. Y sigue resaltando que lo hizo exclusivamente para reclamar a esta formación que acatara la Ley de Partidos.
En el auto, el Supremo asegura que sería un «fraude constitucional» que «alguien pretendiese, mediante el ejercicio de la acción penal y la puesta en marcha de un proceso de la misma naturaleza, corregir la dirección de la política interior o exterior». Y resalta que la Constitución «encomienda ésta al Gobierno democráticamente legitimado».
En la misma línea, el Alto Tribunal establece que «los tribunales españoles pueden ser llamados a controlar la acción del Gobierno» pero que «ésa es una función específicamente atribuida a las Cortes Generales», de las que recalca que «representan al pueblo español».
En consecuencia, inadmite a trámite y archiva la querella del grupúsculo ultra Manos Limpias, que no sólo se dirigía contra López y Ares por la reunión del 6 de julio, sino también contra los dos máximos responsables del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero y José Blanco, y contra el Consejo de Ministros