Sobre Otegi, unhealthy uno de los dirigentes de Batasuna (ilegalizada antidemocráticamente por los partidos centralistas, treatment con el fin de poder conseguir el poder en el Pais Vasco), cheap se ha dicho de todo, bueno y malo, según convenía al político de turno o a la situación de turno. Gente como Zapatero y Aznar han hablado muy bien de él y acto seguido, porque los tiempos o las elecciones así lo requerían, han cambiado radicalmente de postura para demonizarlo. Ahora acaba de cumplir 1 año en las cárceles españolas, si de alguna forma yo tendría que definir qué es un preso político…., lo definiría con ese nombre, Otegi.
Arnaldo Otegi concedió el otro día una entrevista a John Carlin (escritor británico y autor de «El Factor Humano») que ha sido recogida, en parte, por el diario El Pais; aunque si alguien quiere leerla por completo puede acceder al documento en PDF de El Pais en este enlace:
La entrevista es a veces bastante beligerante pero si hay algo que reconocer a Otegi es precisamente esa, estar dispuesto siempre al diálogo y no encresparse por mucho que le acosen y el hagan preguntas que más bien parecen acusaciones. Yo expongo algunos párrafos que para mi son significativamente importantes de todo este nuevo proceso que lleva realizándose desde marzo y del que ya he dado buena cuenta en este blog:
P. ¿Por qué siempre ha justificado la violencia terrorista de ETA?
R. Mi posición y la del conjunto de la izquierda abertzale ha sido la consecuencia lógica de entender que la existencia y persistencia de la violencia política en nuestro país obedece a razones de estricta naturaleza política […..]Lo que ha caracterizado a nuestra posición en este tema ha sido la insistencia en la necesidad de superación definitiva de la violencia y el conflicto político a través del diálogo y la negociación. Nuestro compromiso ha sido y es sincero: las armas, todas las armas, deben desaparecer definitivamente de la ecuación política vasca.
P. ¿Rechaza usted las extorsiones a empresarios, el denominado impuesto revolucionario?
R. Son hechos que deben desaparecer. Toda amenaza y persecución por motivaciones políticas, toda vulneración de derechos tiene que desaparecer. […..]
P. ¿Cree que matar a un guardia civil o a un concejal es el camino para lograr la independencia de Euskal Herria?
R. No existe más camino hacia la independencia que el que se desarrolle por vías pacíficas y democráticas. No contemplamos compatible con la estrategia independentista el recurso a la violencia armada. Esa es una de las conclusiones a las que hemos llegado y la expresamos sin ambigüedades. […..]
P. ¿Si ETA matara mañana, lo condenaría? ¿Y el resto de Batasuna?
R. […..] Si tales hechos sucedieran, la izquierda abertzale, en virtud de su propia reflexión y de los compromisos adquiridos con la comunidad internacional y en aplicación de los Principios Mitchell se opondría a tales hechos. El desmarque realizado por la izquierda abertzale ante supuestos hechos de kale borroka determina con claridad ese compromiso por las vías políticas y democráticas.
[…..]
P. ¿No cree que la forma más sencilla de terminar con lo que ustedes denominan el “conflicto vasco” es que ETA deje de matar y abandone las armas?
R. Lo que usted denomina como conflicto vasco es muy anterior al nacimiento de ETA. Que desaparezca la violencia armada de ETA no supone la desaparición del conflicto entre el País Vasco y el Estado. […..]
[…..]P. ¿En qué ha cambiado desde su discurso de Anoeta su percepción sobre la posibilidad de superación de la violencia?
R. Mis convicciones son hoy más sólidas de las que eran entonces. Créame si le digo una cosa con absoluta certeza y rotundidad: si el debate que hemos realizado ahora se hubiera realizado con anterioridad a la declaración de Anoeta es muy probable que el proceso de paz anterior no se habría frustrado.
[…..]
P. ¿Qué le diría ahora a la dirección de ETA si estuviera frente a ella?
R. Que siendo coherente con la caracterización unilateral de esta fase del proceso, y haciéndose eco tanto de la petición expresada por la declaración de Bruselas como la expresada y suscrita por el conjunto de organizaciones de la izquierda abertzale con otras fuerzas políticas, sociales y sindicales decrete una tregua unilateral, permanente y verificable por la comunidad internacional.
[…..]
P. ¿Cree posible que los presos de ETA con condena pendiente puedan salir de prisión antes del abandono definitivo de la llamada lucha armada?
R. En primer lugar, manifestar y dejar constancia de que la actual estrategia judicial y penitenciaria está absoluta y totalmente instrumentalizada por el Ejecutivo. Aplicando estrictamente la legalidad, decenas de presos y presas políticos vascos deberían estar en libertad. […..]. Dicho esto, entiendo que la liberación del conjunto de presos y presas políticos vascos solo es posible en un escenario de fin definitivo de la lucha armada de ETA y de encauzamiento del conflicto por vías de diálogo y negociación política.
P. ¿Los presos de ETA son considerados parte legítima de ETA, con voz en las decisiones, por los que siguen libres?
R. No soy militante de ETA. No puedo responder a su pregunta.
[…..]
P. ¿Qué es ETA hoy para usted? ¿Cómo la definiría?
R. Hoy en día, ETA es la organización que ha suspendido sus acciones armadas, que está dispuesta a declarar un alto el fuego permanente y verificable, que expresa su voluntad de superación definitiva de la violencia y renuncia a cualquier injerencia en el desarrollo de las conversaciones que desarrollen los agentes políticos, y que se compromete a respetar los acuerdos que se alcancen.
[…..]
P. ¿Cuál es el vínculo de la izquierda abertzale con ETA?
R. No existen vínculos de carácter orgánico, si es a eso a lo que se refiere.
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P. ¿Qué opina de la kale borroka? ¿Tienen los dirigentes de la izquierda abertzale capacidad y autoridad para controlarla?
R. En una altísima proporción los hechos que se han atribuido a la kale borroka en los últimos meses tienen un origen desconocido cuando no directamente muy sospechoso. Estos hechos han sido instrumentalizados política y mediáticamente para intentar deteriorar nuestra credibilidad política y poner en duda la sinceridad de nuestra apuesta. Además, estos “actos” oxigenan políticamente a las posiciones del llamado “constitucionalismo”, que, a falta de argumentos sólidos para oponerse a la apertura de un nuevo ciclo, se agarra a estos hechos como a un clavo ardiendo. Independientemente de estas consideraciones sobre hechos que han acaecido recientemente, y en respuesta a su pregunta, la posición de la izquierda abertzale es coherente con la estrategia política que ha adoptado, y así, ese tipo de actos no solo se sitúan fuera de la estrategia y la reflexión que han decidido las bases de la izquierda abertzale, sino que van directamente en su contra y, por tanto, merecen el rechazo en términos políticos.
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P. La nueva postura de la izquierda abertzale es vista como un simple movimiento táctico para conseguir la legalización y presentarse a las elecciones. ¿Por qué se ha de pensar lo contrario?
R. Le agradezco en primer lugar que encabece su pregunta hablando de nuestra nueva postura, algo que todavía algunos se niegan a aceptar. Mire, quienes están realmente obsesionados con las próximas elecciones son fundamentalmente -también hay otros- el PSOE y el PP, que consideran nuestra presencia o no en las mismas, los unos como la prueba del algodón de la existencia o no de negociaciones; y los otros, como el ejercicio que hacen de exhibir “músculo” frente al PP. Permítame reseñarle que la única y verdadera razón para intentar no legalizarnos e impedir nuestra presencia en las elecciones es sencillamente porque nuestra sola presencia en los comicios provocaría el derrumbe y caída como un castillo de naipes de toda la realidad virtual que se ha construido en torno al “cambio” en la CAV. Simplemente, porque volvería a quedar en evidencia una vez más la existencia de un bloque popular mayoritario en claves nacionales vascas y autodeterministas. Además, nuestra fortaleza electoral volvería a demostrar la absoluta falsedad de las soflamas en torno a una supuesta debilidad o incluso derrota política. Así que el avestruz prefiere seguir con su cabeza bajo tierra. La izquierda abertzale no ha renovado su apuesta pensando en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones.
P. ¿Si no consiguen la legalización no están condenados a desaparecer?
R. Rotundamente no, y la prueba más evidente es que tras largos años de persecución, detenciones e ilegalizaciones hoy seguimos estando no solo presentes, sino que además estamos marcando, en buena medida, la agenda política de nuestro país.
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P. Con la perspectiva actual, ¿cuál es su valoración de la Ley de Partidos y la sentencia de Estrasburgo?
R. La Ley de Partidos es un instrumento diseñado y elaborado ad hoc para intentar neutralizar a la izquierda abertzale y que permite al Estado manipular la voluntad democrática de la ciudadanía vasca. Los vascos y vascas ocupamos el único espacio geográfico de la Unión Europea en donde sus instituciones no son representativas de la voluntad popular. La sentencia del Tribunal de Estrasburgo –en cuya elaboración, por cierto, participó un jurista español- está ahora siendo esgrimida por Turquía para ilegalizar partidos kurdos, mientras la UE exige pruebas de democratización efectiva del régimen turco para integrarse en la Unión; o por ultraortodoxos, como el ministro israelí Lieberman, para ilegalizar a los palestinos en Israel, hecho que es denunciado por la comunidad internacional.
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P. ¿Sus palabras en busca de una solución política pacifica al problema vasco son irreversibles? ¿O existen hipotéticas circunstancias en las cuales volvería usted a apoyar la violencia como instrumento político?
R. Nuestra posición con respecto a una solución pacífica y democrática del conflicto es irreversible y no contemplamos ningún horizonte, ni hipotéticas circunstancias que vayan a hacer variar esta posición.
[…..]
P. ¿Qué piensa de Patxi López?
R. Patxi López es el lehendakari de la CAV y sabe que no representa a la mayoría social en esa comunidad. Es rehén del PP y, en parte, del cargo institucional que ocupa. Quiero trasmitirle un mensaje: además de calificar de “insuficientes” nuestros pasos, que sea valiente y dé alguno, por muy insuficiente que sea; por ejemplo: que diga como su compañero Montilla que Euskal Herria es una nación y tiene derecho a decidir su futuro libre y democráticamente.
P. ¿Y de Eguiguren?
R. Jesús es una persona muy comprometida con la búsqueda de una solución justa y democrática al conflicto. Por encima de muchas diferencias, después de la larga e intensa relación que hemos mantenido, siento aprecio por él. Cuando se alcance un escenario de solución, los que ahora le critican en su propio partido y mantienen una posición de “campeones de la firmeza”, y quienes apostamos por una salida democrática, nos sentaremos a charlar alrededor de un buen café.