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ONGI ETORRI

La violencia machista no coge vacaciones…. Tres mujeres asesinadas en dos días

Ago 25, 2008

Siete días desconectado y a la vuelta….. el suma y sigue de la violencia machista: TRES mujeres han muerto asesinadas en dos días de esta semana a manos de pareja o exparejas. Tres hombres han asesinado a sus mujeres o exmujeres por ser eso, SUS mujeres:
La primera en San Miguel de Abona (Tenerife), el día 18. Tenía 26 años y apareció apuñalada, en su portal. Se busca a su exnovio, contra el que existía una orden de alejamiento desde la separación de ambos, ella era controlada por agentes de la Guardia Civil desde dicha orden de alejamiento por amenazas. El presunto asesino tiene 44 años.
El mismo día 18, la policía detenía por fin, en Vigo, a Manuel D.D.S., de 44 años, presunto autor de la muerte a golpes de su pareja, Aellyca Dacosta, de 25 años, unas horas antes. Por lo visto la había asesinado a ladrillazos y delante de sus hijos de 3 y 4 años de edad, que fueron quienes dieron el aviso a una vecina.

El Día 19, Blanca, una mujer de 42 años, moría asesinada por disparos de escopeta en Ontinyent (Valencia). Mauricio, de 38 años, el presunto asesino y su pareja desde hacía más de 10 años, se suicidó posteriormente con la misma arma. Tenían un hijo en común y otros dos de un anterior matrimonio; fue el hijo, de 8 años, quien descubrió ambos cuerpos. Por lo visto era maltratada habitualmente pero el miedo le había impedido denunciar a su pareja.

Con estas tres mujeres son ya 51 las mujeres asesinadas en lo que va de año por sus compañeros o excompañeros (se incluyen una decena de ellas que no son computadas todavía como violencia machista por el Ministerio de Igualdad por seguir en investigación o por no poderse probar el asesinato al haber sido muertes atribuidas a causas naturales tras una discusión, suicidios de mujeres acosadas, etc). Siguiendo la campaña UNA POR UNA esta entrada TRES POR UNA visibiliza a tres mujeres muy distintas y en parte reconocidas históricamente esta vez. (podéis ver otro listado en el siguiente enlace)

Emmeline Goulden Pankhurst (Manchester-Inglaterra, 1858 – Londres 1928)


Una de las fundadoras del movimiento sufragista británico. Su nombre, más que cualquier otro, está asociado con la lucha por el derecho a voto para las mujeres en el período inmediatamente anterior a la Primera Guerra Mundial.
Contrajo matrimonio con Richard Marsden Pankhurst (autor de la Ley de la propiedad de la mujer casada («Married Women’s Property Acts»)), un abogado que defendía la igualdad de derechos de la mujer, en 1879. Fue una de las fundadoras de la Liga para el Sufragio Femenino (WFL) creada en 1889, que cinco años después consiguió que se aprobara una ley que permitía votar a las mujeres en las elecciones locales.
En 1903 organizó junto con sus hijas Christabel y Silvia la Unión Social y Política de Mujeres (WSPU) en Manchester, grupo que adquirió cierto renombre cuando trasladó su sede a Londres y comenzó a organizar reuniones públicas y marchas de protesta frente a la Cámara de los Comunes. Sus actividades fueron adquiriendo un tono cada vez más agresivo, por lo que fue arrestada y encarcelada en varias ocasiones desde 1908 hasta 1913. Realizó varias huelgas de hambre en señal de protesta durante los periodos que pasó en prisión.
En 1914, a comienzos de la I Guerra Mundial, alentó a las sufragistas a que abandonaran su campaña y se entregaran al trabajo de guerra. Al final su liderazgo fue discutido, y el movimiento se segregó en varias facciones. Su autobiografía, «Mi propia historia» se publica en 1914.
Falleció en Londres el 14 de junio de 1928, pocas semanas después de que se otorgara el derecho al voto femenino, su gran sueño cumplido.

Rosalía de Castro (Santiago de Compostela, 1837 – Padrón (La Coruña), 1885)


Poeta y novelista reconocida como tal. Escribió tanto en callego como en castellano. Se la considera la figura central de rexurdimento de la literatura gallega en el siglo XIX, siendo la autora de Cantares gallegos (1863), obra fundacional de dicho movimiento,al ser uno de los primeros libros enteramente escrito en gallego de la Edad Contemporánea.
Era hija de madre soltera (María Teresa de la Cruz de Castro), perteneciente a la baja nobleza gallega (se sospecha que su padre fue el sacerdote José Martínez Viojo). Su infancia transcurrió siempre al lado de su madre, en Padrón.
Se trasladan posteriormente a Santiago de Compostela y ya a los 17 años aparece como partícipe de las actividades del «Liceo de San Agustín». Se casa con Manuel Murguía, erudito cronista de Galicia, al que conoció en Madrid y tiene 7 hijos/as. A pesar de sus cambios de domicilio, siempre su Galicia natal estaba en lo más profundo de su ser.
Enferma de cáncer, murió a los cuarenta y ocho años en su casa de Padrón, que hoy es un museo. A pesar de que pidió que sus restos descansaran en su cantado cementerio de Adina, en Iria Flavia, en 1891 su cuerpo fue exhumado y trasladado al Panteón de Galegos Ilustres en la Iglesia de Santo Domingo de Bonaval (Santiago de Compostela), donde actualmente se encuentra en 2008.
De su obra destaca sobre todo Cantares gallegos (1863) que supone un acontecimiento cultural de primer orden en el panorama literario en lengua gallega. La obra se inspira en el Libro de los cantares (1852) de Antonio Trueba, y glosa por medio de una narración versificada un cantar popular. Follas novas (1880), una colección de poemas en gallego que contiene su modo de ver la vida, su esencia vital y su mensaje de denuncia social. En castellano, su obra maestra (y la última obra que publicó en vida), fue En las orillas del Sar (1884), versos de tono íntimo, de extraña penetración y de profunda resonancia humana.
Reconocimiento: La fecha de aparición de Cantares Gallegos (17 de mayo) se conmemora todos los años durante el Día de las Letras Gallegas y su imagen aparecía en los antiguos billetes de 500 pesetas.
Ya duermen en su tumba las pasiones
el sueño de la nada;
¿es, pues, locura del doliente espíritu,
o gusano que llevo en mis entrañas?
Yo sólo sé que es un placer que duele,
que es un dolor que atormentando halaga,
llama que de la vida se alimenta,
mas sin la cual la vida se apagara.

Cecilia Bohl de Faber – FERNAN CABALLERO (Morges-Suiza, 1796 – Sevilla, 1877)


Fernán Caballero era el seudónimo masculino que utilizó la escritora española Cecilia Böhl de Faber y Larrea. Era hija del hispanista y cónsul en Cádiz cónsul Juan Nicolás Böhl y de Francisca Larrea (que también escribió, con el seudónimo de «Corina»). Durante sus primeros años vivió en Alemania y regresó a Cadiz a los 17 años. Con 20 años se casó con el capitán de infantería don Antonio Planelles y Bardaxí marchando a Puerto Rico, por ser destinado él allí aunque poco tiempo después queda viuda y tiene que buscar la protección del capitán general de la isla, que la acoge hasta su regreso a Alemania, a casa de su abuela.
En 1822 se casa con Francisco Ruiz de Arco, marqués de Arco Hermoso, de quien volvería a enviudar en 1835 (en ese tiempo su casa fue centro de la vida social hasta que fallece él en mayo de 1835). En 1937 se vuelve a casar con Antonio Arrom de Ayala quien enfermo de tisis y arruinado, se suicida en 1863. Arruinada, vive en una de las casas del Patio de Banderas del Alcazar de Sevilla, brindada por la reina Isabel II, con la que tenía amistad, hasta la revolución de 1868 en que tuvo que mudarse. Muere en 1877
Desde muy joven colaboró en diversos periódicos sevillanos y fue precisamente en «El Heraldo de Madrid», donde se publicó una de sus más importantes novelas: «La gaviota».
Anacronismo en mujer y escritora:
Digna hija de su época, donde la mujer era educada para otros menesteres, acrecentado además por su carácter conservador, elije un seudónimo masculino puesto que ella misma pensaba que escribir era cosa de “hombres”. (Incluso cuando el Gobierno belga le concede la Cruz de Leopoldo en recompensa por su obra «Relaciones populares», adoptada como texto en las escuelas belgas, se negará rotundamente a aceptarla porque ella «es una señora y no un hombre».
Conservadora, monárquica y anti revolución francesa: Se adhiere a la corriente “realista” como oposición a la novela francesa, con el fin de «contrarrestar la avalancha de ideas… de tendencia democrática y socialista» contra los afrancesados novelistas que “soliviantan a la sociedad con sus ideas democráticas a través de novelas y folletines, donde, como decía «La Censura» (París, 1844), se exponen «doctrinas escandalosas, inmorales, anticristianas…». Frente a las ideas revolucionarias europeas, ella narra la costumbre de los pueblos y personas de Andalucía, fiel a los valores religiosos y a las costumbres de antaño, que tanta seguridad le daban ante un mundo en permanente convulsión.
Pero todo ello lo hizo con un estilo muy cuidado, del gusto de la burguesía de su tiempo. A destacar entre sus obras:
La madre o el combate de Trafalgar (1835), La familia de Alvareda (1849) La gaviota (1849), Clemencia (1852) y Un servilón y un liberalito (1857).