Esta es una de esas historias que me llegan por motivos totalmente fuera de mis intenciones iniciales. Un día, escribiendo sobre un personaje valenciano famoso que murió en la Vitoria del XIX, me apareció una especie de historieta que, según el pie del dibujo, lo titulaban “Auca en honor de…”. Yo había visto (esto es un aparte para para mis paisanos), algo similar a esto en unas historietas que se publicaban en la antigua revista “Celedón”, donde nuestro querido personaje festivo, con versos y dibujos, contaba historias de Vitoria (en la foto, «aleluya» de Celedón , la primera vez que aparece , en 1923). Así que, curioso de mi, empecé a leer, y ya se sabe, cuanto más se lee, más dudas acumulas…. Sin pretender nada más que divulgar al público profano esto de las “Auques” o “Aleluyas”, os cuento un poco sobre ello.
Me mueven dos casas sobre todo, aparte de la curiosidad en sí: Primero, por su relación con la infancia: las primitivas aucas y las aleluyas facilitaron a los niños y niñas el primer acercamiento a la lectura a través de la imagen, sobre en aquellas épocas donde el analfabetismo era tan importante. Estas aucas y aleluyas gráficas, las estampas religiosas, los romances orales apoyados en dibujos…, eran la antesala para conocer historias sin saber leer. Y aparte de ello, fueron uno de los juguetes de nuestros niños y niñas antepasados, sólo por eso se merece un respeto cultural importante.
Y segundo, porque la mayor parte de los dibujantes de las antiguas aucas son anónimos, y esta es una forma más de agradecérselo (aparte de dibujantes famosos que realizaron aucas en el siglo XX se conocen una cincuentena solo de los cientos y cientos de nombres de autores de aucas, entre ellos, Eduardo Sojo, Noguera, Tomás Padró, Francisco Ortego, Sadurní, José Vilanova, F. Noguera, Rivero, Marto, etc.
Una Auca (en plural Auques), también llamados “Auques de rodolins” (pareados) o “Aleluyas” en las zonas castellanoparlantes, es un tipo de documento artístico gráfico que siempre de algún tema específico explicado como una historia mediante 24 ó 48 imágenes encasilladas en viñetas (en todo caso un número múltiple de 4) y presentados en una única hoja de papel. Si bien se realiza en diversos lugares, se tiene como propio de la cultura de lengua catalana (desde el siglo XVII ya que es en Valencia y, sobre todo, Cataluña, donde se desarrolla este arte en todo su esplendor. Seguro que habías visto estos aucas o aleluyas sin saber su nombre.
En las zonas castellanas se denominó a estos folios de grabados como “Aleluyas”. Ello fue porque ya existían las llamadas Aleluyas, que eran estampas religiosas grabadas con dibujos y/o con versos que se arrojaban en demostración de júbilo y alegría al paso de la procesión del Sábado Santo (ya desde el siglo XIV). Esta tradición se mantuvo hasta los primeros años del siglo xx (en Elche se mantiene la tradición religiosa del Domingo de Resurrección en la que los Ilicitanos/as lanzan desde balcones y terrazas miles de estampas con imágenes religiosas y fotografías de las distintas imágenes de las Cofradías y Hermandades de la Ciudad).
Tras ello, se denominaron Aleluyas a las hojas que distribuían sobre todo los ambulantes por los pueblos con historias contadas en dibujos que luego versaban en altavoz, o a las hojas con historias variadas que los ciegos vendían en corridas y ferias, par disfrute de grandes y mayores, y por fin a estas historias versadas llamadas aucas.
Cada viñeta de un auca “moderno” va acompañada por dos versos al pie, haciendo un pareado” (en un origen no llevaban texto, sólo imágenes). En general los versos suelen ser heptasílabos y de rima consonante pero en la práctica la métrica se relaja pudiendo hacerse tercetos o cuartetos de rima asonante y con distinto número de sílabas.
EL MÁS ANTIGUO
Si bien hay reproducciones posteriores de aucas más antiguos, el Auca impreso más antiguo conservado es l’Auca de Pere Abadal, en Moià (Bages, Cataluña) hacia 1676, de 6 líneas por 8 dibujos. Los primeros aucas, como este, no tenían texto ni título, sólo dibujos enmarcados en círculos (como este ) o cuadrados, y poco a poco van a irse acompañado de los textos y versos descritos. Existen conservados otros aucas de esa misma época (también denominados El sol y la Luna), de la Casa Jolis, y alguno de “Arts i oficis” pero se desconoce el año en concreto de ellos.
Este es el “Auca del sol i la lluna” (grabado por Pere Abadal de Moià):
Como comentaba antes, se sabe de la existencia de auques más antiguos, pero sin conservar el original, solo reproducciones posteriores:
Se conoce por ejemplo un auca “dels oficis” de 1578, impreso en Valencia (seguramente inspirado en dibujos en azulejos que, sobre cada oficio, se elaboraban en la época) y el posteriormente más famoso, el Auca “Jochs d’Infanteça”, que representa en 48 viñetas los juegos infantiles de la época, y fue impresa por primera vez en el año 1674, en Valencia también, por Benet Marcé
Joan Amades recogió este auca en su obra de 1947 “Auca dels Jocs de la Mainada” y se sabe que en Cataluña tuvo mucha distribución y éxito. Según Amades, algunos de los juegos no son propios de Catalunya ni de Valencia y por ello y por los propios dibujos, de niños desnudos, podría ser copia de algún grabado centroeuropeo (posteriormente Durán y Sempere argumentan que son tomados la serie de 52 grabados franceses del XVII, titulada «Les jeux et les plasirs de l’enfance», realizados por Claudine Bouzonnet en 1657. Los grabados franceses eran individuales, este es un ejemplo:
ORIGEN, EVOLUCIÓN y DECLIVE
El misterio de su creación y utilización es diverso. Partiendo de que pueda ser un nuevo arte de presentación de grabados diversos, sin más, hay quienes ven en los aucas algo adivinatorio (al estar, en los primeros aucas, representando al sol, las estrellas signos del zodiaco….), otros hablan de representaciones de juegos de azar o lotería o bingo (con dos aucas, uno se recortaba cada dibujo y se metía en una bolsa de las que iban sacándose, al azar, uno a uno, y cada niño apostaba por varios dibujos de la hoja sin recortar y ganaba quien acababa antes de tener todos, también como una especie de juego como el que hoy se denomina “memory” para buscar parejas de dibujos iguales. Otros muchos hablan de un origen común con el Juego de la Oca primitivo, al estar representadas en estos aucas precisamente las ocas (reforzando la creencia de ser juego que, como la Oca, tuviera ese origen adivinatorio o de augurios, estando prohibido en diversas épocas de los siglos XVII y XVIII).
Orígenes:
Como comentaba anteriormente, hay quien piensa que su origen podría estar en el siglo XVI, en Francia, y
que empezaron siendo de temática religiosa, como “estampas religiosas”, pasando a ser posteriormente más mundanos). En España también hay ejemplos de impresiones que podrían semejarse a estas aucas gráficas, como el Libro del juego de las suertes de 1515 (del impresor Alfonso de la Fuente), o Las maravillas del mundo (de Juan Jofré) y también estampas o aleluyas en este siglo como La vida y Pasión de Cristo de fray Francisco Domenech (además del auca valenciano ya citado “Dels oficis”, de 1578)
Siglo XVII:
Este siglo es el que se puede hablar de la consolidación de los aucas impresos . Ya en un texto del año 1633, en Barcelona, se puede leer que se cita al juego del “auca” como «malo y traidor».
Además de los ya citados , en esta misma época, sobre 1676, se conoce el segundo auca más antiguo conservado y fechado, también de Abadal: “Els oficis”:
Aparecen también tímidamente los primeros aucas textos rimados.
Siglo XVIII
Se consolida el auca como lo conocemos: 8 filas de 6 cuadrados que enmarcan las figuras y con texto (a ves una simple palabra al lado de cada dibujo). Las viñetas además se empiezan a numerar
Los temas se diversifican: se consolidan los de Oficios, de animales, fiestas diversas, juegos infantiles, los clásicos de “El mundo al revés”……
Auca de oficios de finales del XVIII:
Auca de “El mundo al revés”, de finales del XVIII:
Siglo XIX
Este es el Siglo de Oro de las Aucas, sobre todo en Cataluña y Valencia, donde se utilizan pedagógicamente (En Madrid se conocían aleluyas de 16 a 20 viñetas pero el “auca” propiamente dicho, de 48 viñetas, no se conocerá popularmente hasta que se afinca en dicha capital (sobre 1840-42) el impresor catalán Marès, que publicará más de un centenar de Auques).
Este siglo, con la invasión francesa, aparecen los temas de propaganda política y se diversifican los temas: calendarios diversos, escenas morales como “Mujeres y hombres borrachos”, religiosos y de escenas de Historia Sagrada, educativos, taurinos, de personajes como “El Quijote”, sátiras políticas, fábulas, disparates y sucesos importantes… Muchas veces las aucas las vendían ambulantes que las representaban a la salida de misas o ferias, mercados…
En Barcelona era costumbre comprar un auca con las funciones, ferias y fiestas del año, y ponerlo en la puerta de la cocina para recordarlo. Auca de “Les funcions de Barcelona”:
Es en la segunda mitad del siglo cuando las aucas aparecerán ya siempre con sus pareados de verso bajo cada dibujo (alguno lo atribuye al impresor Simon, siendo la primera la «Historia de D Perlimplín» y a Miquel Homs, con aucas con versos pareados como “Historia del Marqués Tronera” o “Historia del hombre cuchara”…
Auca “Vida del hombre y la mujer borrachos”, 1871:
“Historia de Don Perlimplim” (segunda mitad del XIX). (¿Quizá esta auca, que se imprimió tanto en Madrid como en Barcelona, inspirase la comedia de Federico García Lorca titulada “Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín. Aleluya erótica en cuatro versos y un prólogo”?):
Ya en este siglo, los niños, aprovecharon las aucas y aleluyas para otros menesteres aún más importantes que conocer cosas: Jugar (recortaban las viñetas y jugaban con ellas como si fueran cromos, tazos, moneda para apuesta infantiles, jugar al bingo, recortar las viñetas y reordenarlas contando otra nueva historia…) No es de extrañar que viendo esto los impresores desde muy temprano hicieran multitud de aucas con temas infantiles, cuentos, juegos…., y en hojas de colores, más vistos para ellos. Y por supuesto didácticos, con el fin convencer a los padres para que las compararan como elemento educativo.
Sin olvidar que también han sido muy utilizados como adoctrinadores de las masas populares, sobre todo por algunos gobiernos y la Iglesia católica.
Siglo XX
Durante las primeras décadas se sigue usando el auca para describir eventos e historias. De principios de siglo, este es uno de los aucas más nombrados, el “Auca de Montserrat”, de 1923:
Durante la guerra civil fue muy utilizado por la propaganda republicana (Madrid, Euskadi) y sobre todo por El Comissariat de propaganda de la Generalitat de Catalunya, donde mostraban no sólo aspectos de guerra y contra el fascismo, sino también para fomento de la cultura catalana en general. Estos son algunos ejemplos de estos aucas y aleluyas republicanos:
Aleluya madrileño sobre la defensa republicana de Madrid:
Aleluya sobre la defensa de Euskadi:
“Auca del moro feixista”:
Tras la guerra el auca se utiliza para muchos temas como describir acontecimientos deportivos, fiestas, personajes de Cataluña, etc… .
A partir de la mitad del siglo, tras pasar por una gran proliferación de los mismos, con dibujantes importantes elaborándolos incluso, vive ya el declive, aunque en Cataluña nunca se ha ido del todo y todavía podemos ver “auques” en muchas actividades y festividades.
EL AUCA en este siglo también ha dejado su huella en la cultura escrita del país. Así tenemos la famosa obra de Santiago Rusiñol, de 1907, “Auca del señor Esteve” resultado de la fusión del cuadro de costumbres del siglo XIX y del auca, escrita en 27 capítulos o fragmentos sobre tipos y escenas del barrio de la Ribera de Barcelona que, paralelamente, desarrollan cada uno de los 27 dibujos de Ramon Casas y los 27 pareados de Gabriel Alomar.
Hoy en día en muchas localidades, en las tiendas de souvenirs, puedes comprar azulejos con pareados que son viñetas sueltas de un auca.
Azulejos con pareados de tipo auca:
Siglo XXI
Continuando con lo sucedido en el siglo XX, el auca se utiliza actualmente más esporádicamente pero para muchos temas diferentes: desde aucas de publicidad de un negocio a aucas de afirmación nacional, pasando por aucas políticos, culturales, biografías de personajes, guías de poblaciones turísticas, deportivos, refranes, animales, oficios…., cualquier cosa que puedas imaginar. (Foto: Auca de la Seneyera, 2011)
También, desde hace ya unos cuantos años, se ha puesto de moda regalar aucas personalizados al cumplir la mayoría de edad o cualquier otra celebración.
Puedes ver muchos ejemplos de aucas en internet, te pongo simplemente dos enlaces con imágenes:
Una con la historia y aucas más antiguos: http://tionia1.pangea.org/Auques/HistAuca.htm
Página de Pinterest https://es.pinterest.com/pin/186758715767859478/
Y otra dedicada a los “rodolins”, moderna http://www.rodolins.cat/pages/temes.html