Una nueva entrega de biografías resumidas de mujeres que han intervenido en la
historia, clinic casi siempre siendo ignoradas por la misma. En este caso este último día del año rindo homenaje a esas mujeres que comenzaron los modernos movimientos feministas en el mundo, health allá por el siglo XIX. Mujeres adelantadas, valientes…, personas que sembraron unas semillas que tardaron todavía muchos quinquenios en ser entendidas. A pesar de su importancia histórica.. ¿conocías a más de una de ellas?
FLORA TRISTAN (Francia 1803-1844), hija de un peruano-español radicado en París. Socialista, gran luchadora por los derechos de las mujeres y del proletariado, publica en 1843 «Unión Obrera», donde propone la creación de una asociación de trabajadores con carácter mundial. La oposición que encontró a su lucha por los derechos de la mujer y los trabajadores fue lo que la llevó a decir: «Tengo a casi todo el mundo en contra mío. Los hombres, porque pido la emancipación de la mujer, los propietarios porque reclamo la emancipación de los asalariados.»
Flora fue, sin duda, una de las primeras en plantear la necesidad de una internacional proletaria, diez años antes que Marx y veinte años antes de que se fundara la Iº Internacional. Flora no disoció la causa de la mujer de la de toda la clase obrera y por ello se dirigía al proletariado para que libere a las mujeres de su esclavitud milenaria (aunque parece que el proletariado no estaba preparado todavía).
LOUISE MICHEL(Francia 1830-1905) Hija de una sirvienta sin embargo logró convertirse en maestra. Durante la Comuna de París, en 1871, animó el Club de la Revolución y sus milicias, comandando un batallón femenino que se enfrentó a los reaccionarios en las barricadas de París. La condenaron a diez años de destierro después de haber declarado en el juicio que se le siguió: «No me quiero defender. Pertenezco por entero a la revolución social. Declaro aceptar la responsabilidad de mis actos. (…). Ya que, según parece, todo corazón que lucha por la libertad sólo tiene derecho a un poco de plomo, exijo mi parte. Si me dejáis vivir, no cesaré de clamar venganza y de denunciar, en venganza de mis hermanos, a los asesinos de esta Comisión». Deportada a Nueva Caledonia, colaboró con quienes luchaban por la independencia política de esa colonia francesa. Dos años después de su regreso a Francia en 1881, fue procesada por encabezar una manifestación de desocupados que culminó con una expropiación de comercios. Obtuvo una nueva condena de seis años de prisión. Finalmente, murió en 1905 mientras daba una conferencia para trabajadores en Marsella. Escribió «Memorias de la Comuna», en 1898, y a su muerte, fue enterrada envuelta en el estandarte de la Comuna de París.
ROSA LUXEMBURGO la más famosa de todas, sin duda. (Polonia 1870-1919). desde los 17 años, miembro del Partido Socialista Revolucionario. Buscada por la policía, huye a Zurcí (Suiza) y en 1904 la encarcelan por sus actividades revolucionarias (estuvo encarcelada en varias ocasiones, en Berlín, Varsovia y Breslau). En 1914 se opone a la Gran Guerra e intenta que los socialistas alemanes se subleven frente a la política traidora de sus dirigentes. Funda el grupo «Spartacus», rompiendo con el Partido Socialdemócrata Alemán, que luego se transforma en el Partido Comunista Alemán con la adhesión de Rosa a la nueva Internacional Comunista. Después de las sublevaciones del proletariado alemán, sangrientamente aplastadas, Rosa se niega a huir del país y es asesinada junto con el revolucionario Karl Liebneckt y su cuerpo es arrojado al río.
CLARA ZETKIN(Alemania 1857-1933) Fue dirigente del Partido Socialdemócrata Alemán y organizadora de su sección femenina. Fundó el periódico «La Igualdad», que se transformó en uno de los canales de expresión más importante de las mujeres socialistas de su época. Combatió contra la dirección de su partido cuando ésta se alineó con la burguesía nacional votando los créditos de guerra en la Iº Guerra Mundial.
En su lucha contra la guerra, lanzó un llamamiento a las mujeres socialistas y convocó a una conferencia internacional (la tercera, en 1915) que se celebró en Berna (Suiza) contra la Guerra, por todo ello fue encarcelada ese año y al siguiente se le prohíbe hablar en público y se la excluye del Partido Socialdemócrata Alemán.
En su lucha por los derechos de las mujeres, Clara había convocado anteriormente a otras dos conferencias internacionales de mujeres socialistas en 1907 (Stuttgart) y 1910 (Copenhague) en las que se había pronunciado por el derecho al voto, la lucha por el mantenimiento de la paz, contra la carestía de vida y por los seguros sociales para las mujeres y los niños. Fue amiga y compañera de cárcel de Rosa Luxemburgo.