IBASQUE.COM

ONGI ETORRI

Las «tournantes». Violaciones en grupo por adolescentes

Dic 11, 2006

La palabra «Tournante»  es francesa. Su segunda acepción significa eso: acto de violación cometido por varias personas». Pero es la primera acepción de la palabra la que más duele: Tournant es lo que aquí llamamos jugar a la rueda del pinpong, es una variante del tenis de mesa donde los jugadores dan vueltas alrededor de la la mesa de pinpong mientras tratan de jugar la pelota por turno.

De ello hablamos, una joven que es violada por varios jóvenes, como quien hace la rueda… Este nombre deviene de una novela autobiográfrica que escribió en 2002 Samira Bellil: «Dans l’enfer des tournantes». En este libro denuncia del infierno de violaciones colectivas que se produce en ciertas barriadas de ciudades francesas.

Todo ello viene a cuento de la noticia publicada en el periódico hace unos días:

Un grupo de jóvenes violó en Zúrich a una chica de 13 años y tres filmaron el ataque (RODRIGO CARRIZO COUTO – Ginebra – 27/11/2006) Tres de los violadores filmaron las agresiones con sus teléfonos móviles. Uno de ellos era el novio de la víctima, un adolescente de origen macedonio que «no dudó en ofrecer su novia a sus amigos», según el informe de las autoridades.  La joven fue violada y golpeada a lo largo de varios días por 13 menores de entre 15 y 18 años. Las violaciones fueron cometidas por grupos de tres y hasta ocho jóvenes al mismo tiempo.

El hecho no pasaría de la crónica de sucesos si no fuera por un dato que perturba seriamente la tradicional calma del país: entre 1999 y 2004, el número de atentados contra la integridad sexual cometidos por menores de edad en Suiza ha subido un 62%, según un informe de la dirección de justicia y policía.

La lista es larga y dolorosa: una violación de una menor de 13 años en Chavornay; en Rhazüns, la víctima tenía apenas cinco años; en Oberland, una joven de 14 años fue violada por ocho adolescentes, mientras que en Ginebra otra víctima de 14 años lo fue por nueve menores. Todos casos recientes en los que incluso se ha llegado a agredir sexualmente a una deficiente mental.

En su opinión, no puede decirse que estas conductas reflejen «una excepcionalidad suiza» dado que el fenómeno es ya bien conocido en las banlieues calientes de Francia.  Allí se conoce a estas agresiones sexuales con el nombre de tournantes. Se trata de violaciones en grupo que suelen aplicarse como forma de castigo a las mujeres que no observan los códigos de conducta adecuados en barrios saturados de extremismo, tráficos diversos y militantes islamistas. La cuestión de la xenofobia está a la orden del día al hablar del fenómeno de las violaciones colectivas en Suiza. Los medios de comunicación se apresuran a aclarar que el origen de los agresores suele ser extranjero, y en particular balcánico: macedonios, bosnios, kosovares, turcos, serbios, montenegrinos, albaneses, rumanos, búlgaros o kurdos. «En los países de origen de estos jóvenes, las mujeres están protegidas por sus familias y un entorno social. Los hábitos culturales hacen que ciertas conductas se controlen», dice Blobel, y agrega: «Al vivir en Occidente, esos referentes se pierden».  Muchos de estos adolescentes no ven su conducta como mala o negativa, sino como un medio de integrarse en el grupo y obtener respeto dentro de la comunidad.