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ONGI ETORRI

LILITH: MUJER ENTERA (1)

Ene 15, 2007

Lilith es la primera mujer, una mujer que no quiso someterse, una mujer que fue capaz de perder el paraíso antes que su libertad. Lilith es la historia de  todas las mujeres, tu historia.

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Según consta en la literatura hebrea, en el Talmud, Lilith es el nombre dado a la mujer de Adán. En el ‘Alfabeto de Ben Sirah’, escrito entre el año 600 y el 1100, se habla de Lilith como la primera mujer de Adán, hecha de tierra al igual que él. Cuando ella exigió igualdad con Adán y este no quiso, Lilith se retiró a una cueva donde se encontró con demonios y dió a luz con ellos a niños demoniacos. Adán le dijo a Dios lo que había pasado y este envió 3 ángeles llamados Senoy, Sansenoy y Semangolef para traérsela de vuelta a Adán. Estos ángeles la encontraron en una cueva y la amenazaron con que, si no regresaba a Adán, morirían 100 de sus niños demoniacos cada día. Pero Lilith prefirió el castigo a vivir con Adán. Su venganza consistiría en dañar o matar a niños humanos.

No se sabe muy bien si Lilith fue creada por Dios, o simplemente estaba allí (normalmente se dice que fue creada con arcilla, igual que Adan). Adán vivía con Lilith y engendró hijos con ella. Lilith era muy hermosa y libre. Hasta el punto de que se quejó de tener que yacer con Adán siempre debajo: «Fuimos creados iguales, y debemos hacerlo en posiciones iguales». Lilith no estaba dispuesta a someterse a Adán y éste traslada sus quejas ante Dios, quien al parecer se pone de su parte. Cansada de que Dios no atendiera sus reivindicaciones Lilith se fue del Paraíso, Dios intenta por medio de tres de sus ángeles hacerla volver al Paraíso, pero Lilith no acepta y por ello es «maldecida», (Además Lilith comete un segundo error que es pronunciar el nombre verdadero de dios por lo que es doblemente maldecida).Adán recibió entonces una nueva compañera, Eva, creada a partir de una de sus costillas, y por lo tanto sumisa.

El pecado del no sometimiento ha sido castigado de un modo inverosimil y verdaderamente cruel, haciéndola partícipe de todos los males.

A partir de esta narración, a Lilith se le ha considerado la reina de los súcubos (demonios femeninos), por alinearse en el bando enemigo de Dios al marcharse del Paraíso. Y de ahí se ha pasado a suponerla una perversa ninfómana, que seduce a los hombres con maestría para estrangularlos después. Se convierte pues en la diana de todos los males: Lilith, atormentada, convertida en demonio, asume una nueva personalidad, y afirmándose en ella, llega, por el mismo impulso que le ha hecho abandonar el Paraíso Terrenal, hasta el mismísimo Infierno. Allí, se convierte en una diablesa vengativa y feroz; que atormentada y frustrada, pugna por «hacerse notar» cada día y cada noche a través de los sueños de los humanos. Ella era el demonio que en forma de serpiente convenció a Adán y Eva para que mordieran el fruto prohibido. Caín tuvo hijos con Lilith que se convirtieron en hordas de vampiros (por esto Lilith está considerada madre mitológica de todos los vampiros)

Así pues, tenemos que Lilith se nos aparece como bella y seductora mujer, ambiguo ser a medio camino entre el humano y la bestia, ente monstruoso, diablesa, fascinante demonio hembra y espectral habitante de las sombras, generadora de seres aberrantes. Pero siempre se muestra impulsada por la pasión y rodeada por un magnético halo de misterio, de transgresión, de oposición, malignidad, peligro, desacato, rebeldía, tentación y deseo. En general el mito nos la presenta muy enigmática y bastante siniestra, fatídica y perversa, indómita e impetuosa, celosa de su independencia, rotundamente atrayente, de ardientes deseos y de contundente seguridad en sí misma, que se rebela contra el rol asignado para las de su sexo, capaz de plantarle cara al mismísimo Creador si es preciso (como así hace) y de marcharse incluso del Paraíso para refugiarse finalmente en los abismos más profundos y sentar allí sus reales, también se ha ocultado para nosotros en el fondo de los siglos portando con ella su secreto. Pero también llena de frescura, espontaneidad, independencia, libertad y tal vez autenticidad; pues todo simbolismo es ambivalente y polivalente, como ya se ha señalado, cosa que los pocos elementos concretos y muy modificados de su mito a los que podemos acceder nos confirman.

Mañana os pongo la segunda parte, el mito de Llith en otras mitologías e Historias antiguas. Sigue siendo interesante porque al fin y al cabo se trata de la historia de la Mujer en los últimos tiempos.