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ONGI ETORRI

Lucha contra la publicidad sexista

Nov 26, 2006

Europa Press. Madrid. Jueves, 16 de noviembre de 2006 La imagen de la mujer que transmite la publicidad es «denigrante» e «incompatible con lo que se le exige» en la sociedad actual, según las conclusiones de un estudio elaborado por el sindicato CCOO con apoyo de la Consejería de Empleo y Mujer de la Comunidad de Madrid, que denuncia la repetición de estereotipos y modelos sociales que alejan a la mujer de la igualdad.  Según la autora del estudio presentado en rueda de prensa, Elvira Llopis, la mujer aparece representada en la publicidad «exclusivamente como un cuerpo que es un modelo y un objeto de poder», lo que a su juicio genera una imagen «perniciosa, no sólo por el culto a un canon de belleza inalcanzable sino porque contrasta con las exigencias de una mujer de hoy, cuyo trabajo fuera del hogar es imprescindible para mantener una casa». Según Llopis, esta es la principal consecuencia negativa de los mensajes publicitarios que, en su conjunto, presentan a la mujer como objeto sexual y con la finalidad de generar erotismo, pero «nunca se la representa trabajando ni en actividades profesionales». El estudio compara la representación de la imagen femenina y masculina para anuncios al margen de la cosmética y la ropa, como servicios, herramientas o nuevas tecnologías, y llega a la conclusión de que los hombres son «profesionales, controlan el riesgo y tienen fuerza», mientras que las mujeres «son detallistas pero torpes, le dan estilo a las cosas, pero tienen menos capacidad». El estudio recoge ejemplos de la publicidad en semanarios y denuncia una tendencia a fomentar la «esclavitud de la imagen» de la mujer, tratamiento que no reciben los hombres, a los que se dirigen mensajes menos agresivos. «No se trata de transmitir una visión cicatera de la mujer, ni antigua, ni retrógada, ni de fiscalizar el trabajo de la publicidad pero estos mensajes no son inocentes ni arbitrarios», dijo la secretaria de la mujer de CCOO, Pilar Morales, que pidió al sector publicitario que haga «una reflexión porque transmite un modelo cultural». Llopis lamentó que se utilice el cuerpo femenino desnudo para vender productos, mientras que en el caso del mismo objeto para hombres la imagen masculina «sea de inteligencia, preparación o seguridad». En el estudio, según explicó, se incorporan ejemplos del tratamiento «denigrante» de la imagen de la mujer, algo que, recordó, está penalizado por la Ley Integral de Violencia de Género, que considera esta práctica «como delito por violencia de género». Asimismo, pidió que «se haga cumplir la Ley General de Publicidad» que también impide la publicidad sexista. «Tolerancia cero» con los mensajes denigrantes Asimismo, criticaron el uso del lenguaje con consignas como «recupera el rostro», «reinventa tu piel», «recupera la ilusión por pesarte», palabras empleadas en publicidad de cosméticos como «impurezas, dermoabrasión, drenaje o desacolchar la piel», y el uso de plazos «tiránicos» para adelgazar «7 kilos en 4 semanas», «perder grasa sin perder firmeza», y «comer bien sin engordar». La autora presentó varios ejemplos de mensajes como «glúteos sexys», «senos turgentes y generosos», «brazos tonificados» o «pierna perfectas». Asimismo, criticó que el mismo producto para hombre sea «una barrita de energía» y para la mujer «una forma de guardar la línea». Ante esta situación, Llopis reclamó «más educación y más crítica» contra los mensajes sexistas, en particular los dirigidos a niñas, y exigió «tolerancia cero» con los mensajes manifiestamente degradantes. «Nos sometemos a esos mensajes y no pasa nada», lamentó la autora del informe, que vio en el cambio de los mensajes la posibilidad de un cambio de actitudes sociales.