Esta madrugada una nueva mujer ha sido asesinada por su pareja. Ha ocurrido en Marratxí (Mallorca), ed esta madrugada. El hombre, remedy de 31 años, informaba ala policía que había encontrado a su pareja muerta en su casa. La mujer, de 28 años, estaba llena de golpes y moratones y tenía rotos el cuello y la caja torácica. Llevaba muerta unas doce horas. Tras versiones contradictorias de lo ocurrido, el hombre ha sido detenido como sospechoso del asesinato. También en Madrid, hoy mismo, una mujer ha sido detenida como presunta autora de la muerte por apuñalamiento de su marido. Tenía 34 años y fue encontrado en la calle aún vivo pero falleció poco después. La mujer, también herida, ha sido detenida, por lo visto la agresión se produjo, tras una discusión, en el portal del domicilio de ambos. Dejan 3 hijos pequeños.
Con esta mujer son ya 53 las mujeres asesinadas en lo que va de año por sus compañeros o excompañeros (se incluyen una decena de ellas que no son computadas todavía como violencia machista por el Ministerio de Igualdad por seguir en investigación o por no poderse probar el asesinato al haber sido muertes atribuidas a causas naturales tras una discusión, suicidios de mujeres acosadas, etc). Siguiendo la campaña UNA POR UNA esta entrada TRES POR UNA visibiliza una literata muy poco conocida aquí, ya sabemos porqué.. (podéis ver otro listado en el siguiente enlace)
ANNA SEGHERS (NETTY REILING) (Mainz, 1900 – Berlín,1983)
En 1919 se matriculó en la Universidad de Heidelberg, donde estudió Historia del Arte y Sinología. En 1924 se doctoró con un trabajo sobre los judíos y el judaísmo en la obra del pintor Rembrandt. El pseudónimo de Anna Seghers procede del pintor holandés del siglo XVII Hercules Seghers. Comenzó a usarlo como parte de la ficción de uno de sus primeros trabajos, un historia corta en la que el protagonista era un capitán de barco holandés llamado Jan Seghers, y ella cuenta la historia como si fuera su propia nieta, Anna Seghers. A partir de ahí usará este nombre el resto de su vida.
Frecuentó los círculos de los exiliados políticos de Europa Oriental, y conoció al sociólogo comunista húngaro, Lászlo Radványi, con quien se casó en 1925. Al año siguiente se instaló con él en Berlín, donde Laszlo dirigía la Escuela Marxista de Trabajadores (MASCH). Tuvieron dos hijos.
En 1928 publicó su primer libro, La revuelta de los pescadores de Santa Bárbara, sobre una revuelta de pescadores bretones. Ganó con él el prestigioso premio Kleist. En ese mismo año (1928) ingresó en el Partido Comunista Alemán (el KPD). También se afilió a la Asociación de Escritores Revolucionarios. En 1930 viajó a la Unión Soviética para participar en el Congreso de la Unión Internacional de Escritores Revolucionarios celebrada en Jarkov (Ucrania).
En 1933, tras la toma del poder por los nazis, fue detenida por la Gestapo, siendo puesta en libertad poco después. Sus libros fueron prohibidos en Alemania. Huyó con su marido a Suiza y de ahí a Francia.
Desde 1933 hasta 1935, junto a otros escritores, formó parte de la redacción de la revista mensual de literatura y crítica Neue Deutsche Blittler (Nuevas Páginas Alemanas), que se editaba en Praga.
Cuando en 1940 las tropas alemanas invaden Francia, nuevamente tiene que huir. Su marido Laszlo fue internado en el campo de concentración de Le Vernet. Anna escapó con sus hijos a la parte del sur de Francia no ocupada por los nazis. Finalmente consiguió que su marido fuera liberado, y la familia pudo salir de Marsella en marzo de 1941. Esta etapa constituye la base de su novela Tránsito, publicada en 1944.
Tras una huida accidentada a traves de varios países, entre ellos Estados Unidos, que se negaron a acogerlos, llegaron a México. Anna consiguió integrarse perfectamente en el idioma y la cultura de este país. Su marido encontró trabajo de profesor universitario.
Nada más llegar el propio Pablo Neruda, entonces Cónsul General de Chile en aquel país, la invitó a cenar y ahí comenzó una gran amistad. En 1942 publica La séptima cruz (Das siebte Kreuz, 1942), su novela más conocida y que le daría fama mundial.
En 1947, catorce años después de su partida, Anna Seghers regresó a Berlín, que en aquella época era, en palabras de Bertolt Brecht, un aquelarre de brujas. La persecución de era objeto hizo que en 1949 se instalara finalmente en la zona soviética, la futura República Democrática Alemana (la mayor parte de los escritores alemanes exiliados regresaron a la zona de administración soviética: Bertolt Brecht, Ernst Bloch, Willi Bredel, Johannes R. Becher, Friedrich Wolf, Ludwig Renn, Wieland Herzfelde, Stefan Heym, Arnold Zweig, Jan Petersen, Stephan Hermlin y Erich Arendt. Años más tarde a la pregunta de por qué regresó a la zona de administración soviética respondió Anna Seghers: «Porque aquí puedo alcanzar la resonancia que todo escritor desea. Porque aquí existe una estrecha relación entre la palabra escrita y la vida. Porque aquí puedo expresar para qué he vivido»
En 1951 le fue concedido el Premio Lenin de la Paz. En 1955 Anna Seghers y su marido se mudaron a un modesto apartamento en Volkswohlstraße 81 (calle hoy llamada Anna-Seghers-Straße), en Berlín-Adlershof, donde vivió hasta su muerte y que hoy aloja un museo sobre su vida y obra.
Mientras que en la República Democrática le fueron concedidos los premios literarios más importantes, en la República Federal la condenaron a ser ignorada y fue presa de la hostilidad dictada por los criterios de la Guerra Fría, debido a su condición de comunista. Esta es una de las razones de que Anna Seghers sea poco conocida en España.