No estoy seguro que tiene el invierno, medical o si es una racha, viagra coupon o es una casualidad…pero anteayer día 15 de diciembre se producía el tercer asesinato machista de una mujer de más de 80 años por sus esposos, también octogenarios. Ocurrió en Catadau (Valencia): Matías, de 86 años mató a garrotazos a su mujer, Mercedes, de 80 años, en el domicilio de ambos. Según lo publicado posteriormente se puso a ver la televisión y horas después llamó a su hijo para confesarle su crimen.
Con esta mujer asesinada serían ya 65 las mujeres asesinadas en lo que va de año por sus compañeros o excompañeros (incluidas cinco que el Ministerio de Igualdad no cuenta por diversos motivos). Siguiendo la campaña UNA POR UNA esta entrada TRES POR UNA visibiliza a una gran actriz. En este caso no hace falta visibilizar a la actriz, conocida mundialmente, sino más bien a la mujer que combatíó, con sus armas, el nacismo alemán.. (podéis ver otro listado en el siguiente enlace)
Marlene Dietrich (Maria Magdalena Dietrich). Berlín, 1901 – París 1992.
Marlene nació en un Berlín que pertenecía al imperio alemán y es considerada como uno de los grandes mitos del 7º Arte.
Debutó en el cine en 1923,en películas alemanas pero su fama de diva se debe a las películas que rodó en Holliwood, en los años 30, casi todas como “mujer fatal”: Marruecos (1930), por la cual recibió su única nominación al premio Oscar, Capricho Imperial, Expreso de Shangai, Devil is a woman (El Diablo era mujer). Fue poseedora del título de «las piernas perfectas», (tanto que fueron aseguradas por un millón de dólares) y la única estrella capaz de hacer sombra al colosal destello de Greta Garbo, con la que vivió una relación lésbica en su juventud.
Además de actriz, también destacó como cantante en muchas de sus películas y grabó varios discos para Decca, Elektrola, EMI y Columbia, grabando una de las más famosas versión de Lili Marleen.
Pero no sólo fue una actriz y diva mundialmente conocida. Llegó la Segunda Guerra Mundial (ya en 1937 se había nacionalizado norteamericana) y ella fue una de las primeras estrellas en recaudar bonos de guerra estadounidenses, de las primeras en ir al frente a cantar also soldados que combatían al nacismo, y sobre todo una mujer firmemente anti-nazi que despreció las políticas antisemitas de su tiempo. Incluso grabó varios discos antinazis en alemán, incluyendo Lili Marlene, un ejemplo curioso de una canción transcendiendo los odios de la guerra. Cuando le preguntaron por qué lo había hecho a pesar del evidente peligro, contestó su ya famosa frase: «aus Anstand» («por decencia»).
Marlene, a diferencia de su vida profesional, cuidadosamente manejada, mantuvo su vida personal alejada del público. Ella fue una de las mujeres que impuso la moda del pantalón femenino y su imagen de femme fatale, fue icono de la elegancia y el glamour de la nueva mujer.
Pocos detalles más se tiene de su vida privada excepto lo contado por su hija Maria Riva, nacida en 1924 que su la mayor crítica de su madre y del mito que ella había construido, exponiendo, en un libro sobre su madre que publicó, varias intimidades de la actriz que en la época eran muy desconocidas en Hollywood: sus relaciones lésbicas con Mercedes de Acosta, Dolores del Río, Edith Piaf y, supuestamente, la mítica Greta Garbo, además de con varios hombres Yul Brynner y Ernest Hemingway entre otros
También dedicó parte de su vida más madura al teatro y en 1968, recibió un Premio Tony por su espectáculo de teatro.
Su carrera en el espectáculo terminó en 1974, cuando se rompió una pierna en el escenario. Desde ese momento, sólo apareció brevemente en la película Gigoló (Just A Gigolo), en 1979, junto a Kim Novak y David Bowie y escribió o contribuyó escribir varios libros en los años 80.
En una entrevista para la revista alemana Der Spiegel en noviembre de 2005, su hija y nieto afirmaron que Marlene Dietrich estuvo políticamente «activa» durante esos años; mantuvo contacto telefónico con prominentes gobernantes, gastando más de 3.000 dólares mensuales en llamadas telefónicas. Sus contactos incluían a Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, aunque su influencia sobre ellos se desconoce.
Quizá algún año sepamos si Marlene contribuyó a la caida del Muro de su ciudad, Berlín, por ejemplo.