Ayer un hombre de 67 años, A.O.L., estranguló a su esposa C.F.M de 61 años en Cangas de Morrazo (Pontevedra) y luego se entregó a la policía. En este caso nunca se habían denunciado malos tratos ni tenía el hombre antecedentes penales. En el periódico de donde extraigo la noticia hablan de que esta es la sexta víctima mortal de la violencia sexista. Si embargo en este blog anuncio esta como la novena víctima. Es posible que no cuenten a la mujer asesinada en Murcia por la pareja de su hija pero yo decidí contarla porque para mí sí es violencia machista ya que asesinó a la suegra cuando estaba atacando a la hija y ésta se interpuso. Pero… ¿y las otras dos que no cuentan?????.
Son por ello ya 9 las mujeres asesinadas en lo que va de año por sus compañeros o excompañeros. Siguiendo la campaña UNA POR UNA esta entrada TRES POR UNA visibiliza una nueva mujer importante en la historia de la humanidad. Me envió un pps una muy buena amiga sobre esta deliciosa mujer así que esta vez pongo ambas cosas: un pequeño resumen y el pps. (podéis ver todas las entradas de esta campaña en el siguiente enlace)
Rita Levi-Montalcini (Turín (Italia) 1909) Doctora en nuerocirugía y psiquiatría.
Premio Nobel en Medicina en 1986 (conjuntamente con Stanley Cohen), «Por sus descubrimientos sobre los factores de crecimiento.»El fascismo de la Segunda Guerra Mundial prohibía la práctica de la Medicina y de la Ciencia a los judíos, por ello, en un pequeño laboratorio, escondido en una casa de campo del Piamomete, Rita Levi siguió adelante con sus estudios sobre el desarrollo del sistema nervioso, usando embriones de pollo. Fue allí donde hizo los experimentos iniciales que impulsaron su descubrimiento de factores de crecimiento nervioso. Este trabajo avanzó el conocimiento de algunas enfermedades neurológicas y su tratamiento, el desarrollo de terapias de regeneración de tejidos y el estudio del cáncer. En los últimos años de la Guerra, sirvió como médica voluntaria en campos de refugiados. En 1947 y durante 30 años, abandonó Italia rumbo a EEUU donde siguió investigando junto a Stanley Cohen descubriendo que las células sólo comienzan a reproducirse cuando reciben la orden de hacerlo, orden que es trasmitida por unas sustancias llamadas “factores de crecimiento”. Finalmente regresó a Italia, dividiendo su tiempo entre el Instituto de Biología Celular en EEUU, el Consejo Nacional de Investigación en Roma y el puesto de senadora vitalicia que se le otorgó.