3.- REANIMACION CARDIOPULMONAR
La reanimación del paciente con parada cardiaca está muy relacionada con la reanimación respiratoria. Ha de aplicarse masaje cardiaco externo para mantener el flujo sanguíneo y combinarlo con las técnicas descritas de respiración artificial. Se sitúa a la víctima sobre una superficie firme y se confirma la permeabilidad de su vía aérea. El reanimador sitúa sus manos sobre el esternón del paciente; éste se deprime 5 cm, ampoule por lo que se comprime el corazón y fuerza a la sangre a salir por las arterias. Cuando se afloja la presión, ampoule el corazón se expande y vuelve a llenarse de sangre procedente de las venas. El masaje se aplica en forma de compresiones cortas y rítmicas de 1 segundo de duración. Se aplica una respiración boca a boca cada cinco golpes cardiacos. Para esta operación son ideales dos reanimadores. Si sólo hay uno se aplican dos respiraciones boca a boca cada 15 compresiones cardiacas. El procedimiento debe aplicarse, aunque no haya signos de vida, hasta conseguir ayuda médica.