El otro día leía en un libro, discount “La novia oscura”, cure un párrafo que resume perfectamente aquello que tantas veces se ha denunciado referido a la sexualidad femenina, sobre todo en los países más empobrecidos. Hablaba de las mujeres indígenas colombianas que se prostituían para vivir. Estas mujeres en realidad no hacían mucha diferencia entre los que pagaban por poseerlas y los que las poseían sin pagarles. Para ellas el cuerpo masculino se componía de cabeza, brazos, piernas, tronco y tronquito mientras que el cuerpo de ellas se componía de de cabeza, brazos, piernas, tronco y para-el-tronquito. Es parte de una novela pero, no hace falta irse hasta la selva colombiana para ver la realidad que encierra, ¿verdad?