Diariamente me llegan a casa cientos de comentarios y mensajes. Algunos son Spam, otros son preguntas que ni sé ni tengo tiempo ya de contestar, otros son esos contactos cotidianos que recibes de amigos/as, compañeros/as. Muchas veces te envían pps o videos que ya has visto dos o tres veces en esa misma semana. Sin embargo hay veces que lo que te llega te sorprende o te emociona: anuncios preciosos sobre la prevención del cancer de mama, sobre la sensibilización ante el cáncer infantil, sobre prevención de accidentes de tráfico (bueno, no hablo de esos que me envian los «amigotes» con esculturales cuerpos en playas paradisiacas, esos no me sorprenden, pero me siguen emocionando, claro)
No hace mucho me llegó desde México un pps que creo que se titulaba «el niño que quitó la sed a África» o algo similar. Lo ví, me entusiasmó y lo guardé esperando a tener tiempo para leer un poco más sobre el tema.
El niño en cuestión (ya no tan niño), se llama Ryan Hreljac y se le conoce así, como «El niño que quiso acabar con la sed en África«.
La forma en que comenzó la historia es un poco «romántica», no sé si será cierta o no pero ello no quita ningún mérito, todo lo contrario.
Ryan Hreljac nació en 1991 en Ontario, (Canadá) así que hoy en un magnífico chico de 19 años. Cuando todavía no tenía 7 años la maestra de su clase les habló de las condiciones en las que vivían las personas en África. Una de las preguntas que hizo esta sabia maestra es si conocían cual era la principal causa de muerte para los niños/as pequeños allá. Por lo que vemos en los diversos documentales y noticias, la contestación mayoritaria fue la que tú también estás pensando. El hambre, la falta de alimentos….. Entonces la maestra les contó que no, que la mayor causa era la de beber agua contaminada, la ausencia de agua potable y conducciones higienizadas….. Ryan, preguntó cuanto costaba un «grifo» en África y la maestra le contestó que una bomba extractora costaba unos 70 dolares.
A Ryan ese relato y esa cifra se le metieron en lo más profundo y humano de su cerebro y su corazón. Tenía que conseguir extractores de agua para esos niños y niñas africanas. No era un niño de familia rica, por eso se lo dijo a su madre y le convenció para que, por realizar trabajos caseros extra, ésta le diera un pequeña cantidad que sirviera para ese propósito.
Empezó con sus hermanos pero estos se aburrieron pronto y continuó él solo. A los 4 meses logró esos 70 dólares y, junto a su madre fueron a una ONG especializada en la lucha para conseguir agua en las zonas más pobres del planeta (WaterCan). Allí Ryan se enteró que los 70 dólares es lo que costaba la bomba pero excavar un pozo costaba 10 veces más, unos 2000 dólares. Ryan llevaba la ilusión en su cara porque la misma directora de la oficina se ofreció a financiar la mitad del pozo de Ryan, así que éste se puso manos a la obra y convenciendo al vecindario, amigos, y a cuantos podía abordar, pronto consiguió el dinero que faltaba. Así, en enero de 1999, un nuevo pozo se perforó al lado de una escuela primaria de Otwal, al norte de Uganda, donde el 20% de los niños/as moría antes de cumplir la edad de Ryan.
Ryan había sembrado una semilla en su propio cuerpo y esta semilla germinó con una rapidez y fuerza inusitada. Cuando supo que los pozos se perforaban manualmente, comenzó a recolectar dinero para la compra de un taladro móvil (unos 25000 dólares). En este momento la suerte le acompañó puesto que su historia fue divulgada por un periódico y posteriormente en un documental de la televisión. a partir de entonces comenzó a recibir cartas y donaciones de todo el país
En julio del 2000 Ryan y sus padres viajaron a Angola. El recibimiento a Ryan allá fue impresionante, todos los niños conocían a Ryan por su nombre, gracias a Akana, el niño de esa escuela con el que se escribía regularmente. Su amigo y él fueron los encargados de inaugurar el pozo, en el que habían grabado una inscripción: “El Pozo de Ryan,” donado por Ryan Hreljac para la comunidad de la escuela primaria de Angola»
En estos momentos (probablemente ya muchísimo más porque internet es esto, un altavoz inmenso) la Fundación de Ryan’s Well , (El Pozo de Ryan), llebava recaudados más de 750.000 dólares con los que construye pozos que proporcionan agua limpia a muchísima gente africana. Tiene proyectos ya en muchos paises: Nigeria, Tanzania, Malawi, Etiopia y Uganda. Más de 400 pozos han sido ya construidos y su fundación aporta además programas de educación para la salud y cuidado del agua.
Ryan sigue trabajando, ya le han otorgado la Medalla al mérito en Canadá, ha sido uno de los expertos de UNICEF sobre Salud de Agua y la Pobreza y ha trabajado en iniciativas con la infancia con la Organización Mundial de Salud (World Health Organization). Actualmente estudia en la University of King’s College en Halifax (Nueva Escocia) para llegar a ser, cómo no, Ingeniero Hidraúlico. Sus páginas web recaudan donaciones de todo el mundo.
Su sueño era acabar con la sed en África, lo está consiguiendo.
Esta es su página web por si queréis colaborar o difundir: http:// www.ryanswell.ca/
(sacado en su mayor parte de pps de mi amigo Eguia y de la página www.miheroe.org )
