Todavía esa macro empresa tiene mucho que avanzar (no hay más que ver qué poca cantidad de mujeres, por ejemplo, hay en puestos de coordinación y dirección respecto al de hombres…..) pero bueno, ayer dieron un simbólico e importante paso, asi que no me duelen prendas de darles un poco de propaganda: la uniformización corporativa de todos los empleados de ventas (el 65% de la plantilla), ya sean hombres como mujeres, una vieja reivindicación de los/as representantes sindicales. Además el Corte Inglés fue uno de los primeros que aprobaron su propio Plan de Igualdad, que comenzaron justo antes de la Ley incluso.
Hasta ahora las mujeres empleadas eran las únicas que debía llevar un uniforme (unas 41.000 empleadas, frente a 18.500 hombres) ya que a los hombres solo se les exigía que llevaran traje, el que quisieran, y para ello recibían un dinero especial para su compra dentro de sus honorarios anuales. La excusa era una de las típicas en estos casos de desigualdad sexual: «por tradición, desde sus inicios fue asi….»
Todo esto deviene del Plan para la Igualdad que fue firmado en 2008 por la empresa y sindicatos y que va dando sus frutos gracias a consensos y negociaciones entre la empresa y los/las representantes del personal.
No solo renuevan todo el vestuario, haciéndolo para todo el personal, independientemente de su sexo, sino que además lo hacen de forma que sea más cómodo y agradable de llevarlos y acorde a la sección donde ubican su trabajo:
Los vendedores con carácter general vestirán un traje gris marengo, con botones marrones, ojales verdes, camisa blanca, el último ojal también verde y una corbata azul marino con topos verdes. El color de los topos y los ojales hace un guiño corporativo, mientras que la lana fría obedece al confort.
En Juventud, el uniforme es un poco menos formal: pantalón chino beige, camisa oxford azul y camiseta blanca.
Los trabajadores del área de Deportes llevarán también pantalón chino beige, combinado con un polo negro de manga larga
Según los representantes de los trabajadores, estos están «contentos» con el cambio. Pierden la libertad en la elección del vestuario, pero ganan el reconocimiento y apoyo de sus compañeras y en comodidad y visibilidad en general.
Pero aparte de esto….., la empresa también gana porque de esta forma se facilita la identificación de los vendedores en cada departamento. Antes era habitual que cualquier persona se confundiera al preguntar por el coste de una prenda a un hombre cualqueira que estaba algo despitado por allá pero vestía de traje…