He empezado a leer un libro de poesía de Pako Aristi y quiero dedicar este trozo de una de ellas. Quizá me lo dedique a mi mismo porque cuando lo leía sentí esa envidia yo también, price cheap o quizá lo dedique a quien envidio o a quien deseo o a quien me importa o a quien recuerdo o a quien me cuenta su vida, entre sollozos…. Aunque antes de nada, esta frase, este proverbio chino, porque, a pesar de tanto anhelo, tanto deseo, tantas esperanzas.. siempre el «azar» me recompensa cuando menos lo espero: «El momento elegido por el azar vale siempre más que el momento elegido por nosotros mismos».
Breve trilogía de mi generación (parte III. Pako Aristi)
Fue a sí que me puse a observar
cómo le iba a la gente de mi edad.
La mayoría habían conseguido
estas cuatro cosas:
trabajo fijo, piso propio,
estaban casados y tenía hijos.
Fue deprimente: yo no tenia nada.
Pero estuvo bien que les contara
cómo una joven de 18 se había enamorado de mi,
todos dibujaron un gesto de envidia.
Estuvo bien comprobar que nada había
que les hiciera creer que toda decisión podría haber sido distinta.
Vivian en una especie de compromiso crónico
que les impedía ser ellos mismos.
Básicamente, eran mentes vencidas
en cuerpos de atleta.
Desde luego, me hicieron un gran favor:
aprendí a quererme,
y me reconcilie con mis temores.
No he vuelto a sufrir
ninguna otra crisis de identidad
Por fin respiro libre.