Ocurrió ayer, día 2 de mayo en Alcobendas (Madrid). Raquel López Airas, tenía 45 años, era natural de Gipuzkoa aunque trabajaba de camarera en la capital madrileña. Markel Malik, su pareja, tras una fuerte discusión, la acuchilló hasta matarla.
Tras ello mató con el mismo cuchillo al hijo de ambos, de 11 años, y huyó. Por lo visto avisó a un familiar de lo que había hecho y sigue en búsqueda. La alarma la dio un vecino tras oir la discusión y fuertes golpes pero cuando llegó la policía ya no pudo hacerse nada. El marido iba durante temporadas a Francia por cuestiones de trabajo (era carpintero) y había vuelto a Madrid hacía una semana. Pasaban por una familia perfecta para los vecinos pero por lo dicho la Delegación de Gobierno, parece ser que el hombre tenía «antecedentes penales graves».
Con esta mujer y su hijo, son 25 las mujeres (y 4 hijos e hijas de éstas) asesinadas por sus compañeros o excompañeros en lo que va de año (ver este enlace)
Los asesinatos han ocurrido en:
Andalucía: 2 (Almería), Navarra: 1, Madrid: 5*, Galicia: 2 (Ourense y Pontevedra(*)), Castilla-La Mancha: 6 (Toledo 3 y Ciudad real (3*), Cataluña: 3 (Barcelona), Pais Valenciano: 3 (Valencia (2) y Alicante), Extremadura: 1 (Badajoz), Canarias: 2 (Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife). Los 4 menores se refieren a asesinatos cometidos en Ciudad Real (2) y Madrid (2).
Se incluyen en este listado tres que no aparecen en el oficial del Ministerio, una por estar en investigación (Redondela), otra al ser asesinada por un anciano con el fin de «acabar con el sufrimiento de ella» según su nota dejada tras suicidarse y otra mujer de 18 años, hija de una mujer asesinada por la pareja en el mismo suceso.
(*) Cada * implica un caso en investigación por Ministerio o no oficiales todavía por otras causas.
Siguiendo la campaña de visibilización de este Blog, resumo una vez más a mujeres de los siglos anteriores al siglo XX, perdidas y olvidadas en la historia, una Historia que en su mayor parte ha sido escrita por hombres e impregnada de patriarcalismo, misoginia y machismo generalizado durante tantos y tantos siglos…
Esta vez visibilizo una mujer del siglo XVI, una grande del renacimiento Italiano, que si no hubiera sido mujer seguramente muchos conoceríamos por su sabiduría literaria
Tullia d’Aragona (Roma, 1510–1556)
Tullia es una desconocida para el mundo, sin embargo fue una gran filósofa y una de las grandes poetisas del renacimiento italiano, que además supo dar alas a las ansias de libertad de las mujeres de su época.
Era hija ilegítima, lo que le marcó en su vida: su madre fue una cortesana, Giulia Campana de Ferrara, y su supuesto padre era el Cardenal Luigi d´Aragona (hay un documento que dice sin embargo que se casó con un tal Costanzo Palmieri d’Aragona aunque algunos piensan que podría ser una estratagema para salvar al cardenal), del que toma el apellido y quien le proporcionó su educación en humanidades, siendo una niña prodigio desde el principio.
Tras morir el cardenal, con 18 años, se introdujo en el mundo cortesano elevado, mientras seguía, como alguna otra cortesana de la época, con su labor poética y literaria.
Con poco más de 20 años, era ya una de las más famosas cortesanas y entre sus amantes destacan Filippo Strozzi, un magnate bancario o Emilio Orsini, quien fundó la «Sociedad Tullia de los Seis Caballeros» para proteger su honor.
Con 27 años se sabe que vivía en Ferrara, la capital de la cultura de la época. Con 30 años se traslada a Venecia (toda su vida es un continuo devenir entre Venecia, Ferrara, Siena, Florencia y Roma), donde tuvo una relación con el poeta Bernardo Tasso (además, otros grandes literatos, como Girolamo Muzio y Ercole Bentivoglio, se enamoraron de ella, dedicándola diversas églogas y escritos). Parece ser que se casó en 1543 con Silvestro Guiccardi, de Ferrara, pero no se sabe más de ello
En 1545 estaba en Siena pero huyó a Florencia por la inestabilidad política de la época y allí escribió su famosa obra filosófica Dialogo dell’Infinità d’Amore (Diálogo sobre la infinitud del amor. (1547), el cual es una reivindicación neoplatonista de la autonomía sexual y emocional de la mujer dentro del amor romántico, y también el primer tratado amoroso escrito por una mujer. Para Tullia, el amor infinito nacía de la razón y no de la pasión, defendiendo la unión espiritual por encima de la unión física, algo que entraba en contradicción con su papel de cortesana y que le valió más de una burla.
A partir de 1550, bajo la tutela del historiador y poeta Benedetto Varchi, quien era una inspiración para ella, transformó su casa en una academia filosófica para los expertos, y continuó su desarrollo como escritora. En 1548 regresó a Roma, y no se supo mucho más de su vida hasta su muerte muriendo sola y pobre.
Al menos tuvo un hijo, Celio, sin saberse exactamente quien fue el padre (y posiblemente una hija llamada Penélope D´Araona, aunque otras fuentes dicen que era hermana)
Desnudo de la Tullia cortesana, realizado por Joseph Heintz the Elder:
SI ESTÁ SUFRIENDO VIOLENCIA DE GÉNERO O CONOCE ALGÚN CASO: el teléfono gratuito del Gobierno es el 016 (dicha llamada no queda reflejada en la factura telefónica).
