IBASQUE.COM

ONGI ETORRI

Violencia machista en España: 2 mujeres asesinadas en Manzanares (Ciudad Real) y Estepona (Málaga). Biografía: Alice Fletcher

May 14, 2012

Este fin de semana la tragedia machista se ha vuelto a manifestar en toda su expresión: dos mujeres han sido asesinadas por su parejas, pills de la misma forma 8fuerte golpe en la cabeza) y con el mismo resultado de muerte de ambos miembros de la pareja (ellos se suicidaron posteriormente)

La primera de ellas ocurrió el pasado sábado día 12 de mayo en Manzanares (Ciudad Real). La víctima, symptoms María J.G.L., tenía 48 años y su cuerpo apareció asesinado de un fuerte golpe en la cabeza. En el mismo domicilio casa apareció el cuerpo sin vida de su asesino, Manuel Nieto-Marquez garrido, de 50 años, que se había ahorcado . estaban en trámites de separación. Tenían dos hijos mayores.

El segundo caso ocurrió el mismo sábado día 12 de mayo, en Estepona (Málaga). Ella tenía 75 años y fue asesinada a golpes en la cabeza (parece ser que con una llave inglesa) por su pareja actual, de 78 años. Posteriormente el presunto asesino, de 77 años, se suicidó cortándose los brazos con un cuchillo de cocina. Los cadáveres fueron encontrados en el domicilio tras un aviso de una vecina que hacía días que no los veía. La pareja eran dos personas viudas que convivían juntos desde hace unos dos años.

Con estas dos mujeres son ya 20 las mujeres asesinadas por sus compañeros o excompañeros en lo que va de año (incluidas dos que no son todavía contadas por las estadísticas oficiales; una de ellas porque finalmente se demostró que había ocurrido el 31 de diciembre de 2011, no en 2012; puesto que mi propósito es visibilizar a todas las asesinadas, las incluyo en este listado ya que en el de 2011 no apareció. la otra porque el presunto asesino sigue sin ser detenido y el caso sigue abierto por ello). Siguiendo la campaña que comenzara el IHES AZAHAR (UNA POR UNA) esta campaña de este blog, denominada TRES POR UNA visibiliza una vez más a mujeres de los siglos anteriores al siglo XX.
Esta vez visibilizo una mujer del siglo XIX, Etnóloga pionera y líder del movimiento para la inclusión de los indios americanos en la sociedad blanca. Gracias al blog de “Mujeres para pensar”, que contiene muchas biografías y que os recomiendo: http://mujeresparapensar.wordpress.com. os recomiendo. http://mujeresparapensar.wordpress.com

Alice Fletcher (Cuba, 1838 – 1923)

Etnóloga pionera y líder del movimiento para la inclusión de los indios americanos en la sociedad blanca. Fue una de las primeras mujeres cuyo trabajo en antropología recibió reconocimiento profesional. Defensora de los derechos indígenas y los derechos de la mujer.
Fletcher nació en Cuba, cuando su familia de EE UU se instaló allí en vano para que su padre de recuperara de la tuberculosis. De familia adinerada de Nueva Inglaterra, su padre era abogado y su madre provenía de una familia de empresarios prominentes de Boston. Su padre falleció en Cuba cuando ella apenas tenía un año y medio. Una vez en Brooklyn, estudió en colegios privados, pero no se tiene mucha información sobre sus primeros años y la misma Fletcher siempre fue muy escueta sobre los primeros 40 años de su vida. Se sabe que fue a los mejores colegios y que fue maestra por un tiempo. Parece ser que tuvo serios problemas en la familia. Como comenta una de sus amigas. “Tenía un padrastro malvado que la perseguía constantemente, y tuvo que luchar mucho contra eso.”
En la década de 1870, se había convertido en un miembro activo de varios grupos feministas y sufragistas de clase alta en Nueva York. Fletcher se interesó en antropología y los asuntos indígenas en la década de 1870. En 1880 comenzó a estudiar arqueología con Frederick Putnam, director del Museo Peabody de Arqueología y Etnología, como mentor. Probablemente, la discriminación sexual evitó que tuviera un puesto regular en el museo. Su interés por la arqueología la acercó a las comunidades indígenas. En 1881 fue a vivir con los indios Omaha de Nebraska para realizar estudios.
El tiempo que pasó con los Omaha dio origen a su dedicación a la antropología y la creación de una política indígena. Quedó fascinada por su cultura, especialmente su música y danzas, y tuvo una amistad cercana con varios miembros de la tribu, hasta que finalmente adoptó a su hijo Francis La Flesche.
También se volvió una defensora influyente con la creciente presión para la división de las tierras tribales en pequeños terrenos individuales. En 1882, el Departamento de Asuntos Indígenas la contrató para que hiciera un estudio sobre las tierras. El mismo año, la contrataron para administrar la distribución de las tierras Omaha. Sus esfuerzos por mejorar la organización de la distribución de tierras de los indios americanos es el reflejo de un afán misionario y una actitud paternalista característica de la época.
Para Fletcher, al igual que para los otros defensores, la distribución era un remedio para los males de los indígenas en desgracia. Ellos creían que la posesión tribal de las tierras bloqueaba el avance económico natural y saludable para blancos e indios de igual manera, ya que minaba el incentivo individual de trabajar y hacía improductivas las tierras fértiles. Los reformistas creían que mientras los indios conservasen las tierras de manera colectiva, los blancos nunca respetarían sus derechos a éstas. La trágica historia del desposeimiento que comenzó en las colonias del Atlántico y se extendió hacia el oeste volvió a repetirse, y acabó en la extinción de los indios.
La mayoría de los pueblos indígenas consideraban la distribución de tierras como una imposición de una práctica cultural más. Otra manera de robarles la tierra. Y sabían mejor que cualquier filántropo que sus tierras simplemente eran demasiado áridas para su uso agrícola. Mostraron su oposición ante el Congreso y se negaron a asistir a sesiones en que se asignaban lotes.
Las predicciones de los opositores de distribución de tierras se hicieron realidad. A pesar de las opiniones y las buenas intenciones de los reformistas como Fletcher, la distribución fue un desastre total. Dos tercios de la población indígena fue despojada de toda tierra o quedó con un lote demasiado pequeño para poder subsistir.
Además de haber tenido un papel decisivo en la aprobación de la Ley de Dawes de 1977, en 1889 trabajó en la reserva Nez Percé en Lapwai, Idazo con su amiga Jane Gay, una amiga de escuela con quien se reencontró y reanudó una amistad que pronto se convirtió en una relación amorosa. Durante varias décadas, Jane fue su compañera y estudió fotografía para ayudarla a hacer el registro de las características de la cultura Nez Percé.
A pesar de encontrar gran resistencia al comienzo, Fletcher obtuvo el respeto de esta tribu y reestructuró la vida indígena de este grupo para adecuarlo a la distribución de tierras. Luego de completar este proyecto, Fletcher escribió una serie de estudios, muchos en colaboración con su hijo Francis, ya antropólogo él también. Su trabajo incluyó un estudio amplio de la cultura Omaha y una colección de sus canciones y su música.
Desde el punto de vista antropológico, la importancia del trabajo de Fletcher radica en su aplicación del rigor científico de la arqueología al campo de la etnología. En sus observaciones, pasó de lo simplemente descriptivo e impresionista a la categorización de aspectos específicos de la cultura indígena y las prácticas económicas. Su libro La Tribu Omaha es considerado el trabajo más conclusivo sobre el tema. Además de abogar por la protección de las ruinas indígenas, entre otras cosas, Fletcher llegó a ser vice presidenta de la Asociación Americana para el Progreso de la Ciencia, miembro fundador de la Asociación Antropológica Americana, y presidenta de la Asociación Folklórica Americana, entre otras.
“En mi convivencia con mis amigos indígenas…me sentía como una extraña en mi propio país. Con el paso del tiempo, el aspecto externo de la naturaleza permanecía inmutable, pero en mí se produjo un cambio. Aprendí a escuchar los ecos de un tiempo en que cada ser viviente, incluso el cielo, tenía una voz. Quise hacer audible para otros esa voz que, con devoción, escuchaban los pueblos antiguos de América”. A.F. (Temkin 1988)

SI ESTÁ SUFRIENDO VIOLENCIA DE GÉNERO O CONOCE ALGÚN CASO: el teléfono gratuito del Gobierno es el 016 (dicha llamada no queda reflejada en la factura telefónica). También la organización MalosTratos.org tiene un teléfono gratuito: 900 100
009