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ONGI ETORRI

Violencia machista en Málaga.Una mujer asesinada a hachazos y puñaladas. (Biografia: Aletta Jacobs)

Feb 16, 2011

Febrero suma y sigue, viagra order ya van 4 mujeres asesinadas este mes en España por sus parejas o exparejas.
Ocurrió ayer día 15 de febrero, en Málaga. Un hombre de 41 años mató a su expareja, Susana María Galeote, de 37 años. Este hombre tenía una orden de alejamiento de la mujer pero, cuando la mujer regresaba de dejar en el colegio a sus hijos, la abordó con una hacha y un cuchillo y la atacó en la cabeza y cuello hasta matarla. Posteriormente fue retenido, sin oponer resistencia, por varios vecinos, hasta que llegó la policía y lo detuvo. Algunos vecinos han asegurado que el detenido llevaba «varios días» rondando el domicilio de la fallecida y sin embargo nos enteramos que la víctima no tuvo acceso a teleasistencia porque el informe policial, de julio de 2010, que se adjuntó a su petición estimaba que el riesgo de sufrir una agresión era «bajo». Ambos estaban en trámites de separación y tenían un hijo en común.

Con estas mujer asesinadas, son ya 11 las mujeres asesinadas en lo que va de año por sus compañeros o excompañeros (se incluye una que no aparece en las listas del Ministerio por estar en investigación la relación entre ambos). Siguiendo la campaña UNA POR UNA esta entrada TRES POR UNA visibiliza una vez más a mujeres de los siglos anteriores al siglo XX. Esta vez visibilizo una mujer del siglo XIX, médica y pionera en la lucha por la igualdad y la paz (gracias al blog de «Mujeres para pensar», que contiene muchas biografías y que os recomiendo. http://mujeresparapensar.wordpress.com). (podéis ver otro listado en el siguiente enlace)

Aletta Jacobs (Holanda, 09/02/1854 – 10/08/1929)

Pionera en todos los sentidos, Aletta Jacobs tenía una perspectiva del mundo que se adecuaba más al siglo XX, y todo ello en una de las épocas más oscuras, la era victoriana. Aletta fue la primera mujer que ingresó a la universidad y obtuvo el título de doctora en medicina en Holanda.
Aletta Henriëtte Jacobs nació en Sappemeer, Holanda. Era la octava hija de una familia de doce hijos. A los trece años hubo de dejar la escuela del pueblo para entrar en una escuela secundaria “de niñas”, donde la educación se limitaba al estudio de lenguas y manualidades, para preparar a la niña a la vida del hogar, duró dos semanas y se negó a asistir. Su padre era un médico judío y le permitieron que se quedara en casa donde él le enseñaba latín y griego (en el siglo XIX la educación secundaria sólo enseñaba a los varones matemática, historia y otras materias para prepararlos para la universidad y a las niñas no se les permitía inscribirse en escuelas para niños, a pesar de ello, el padre de Aletta convenció al director del colegio local que la permitiera entrar como oyente. Allí aprendió las materias que le permitirían más tarde ingresar a la universidad. Este simple acontecimiento permitió, más tarde, que las escuelas secundarias en Holanda también admitieran niñas.
En 1870 fue la segunda vez que una mujer se presentaba al examen para asistente de farmacéutico (un año antes otra mujer había hecho lo mismo). Gracias a ello y a su tesón en el estudio, se le permitió entrar en la universidad de Groningen y poesteriormente en la Universidad de Amsterdam, a pesar de la oposición de algunos profesores. Finalmente pudo graduarse en el año 1878 y obtuvo el doctorado en 1879.
En esa época fue a luchar en Londrés porque allí se había enterado que los profesores, los médicos y los estudiantes saboteaban enérgicamente a las mujeres que intentaban estudiar medicina.
Tras regresar, comenzó a practicar la medicina en la casa de una viuda donde rentaba varias habitaciones.
En 1880, el líder del sindicato general holandés, le facilitó varias salas en la sede para que diera un curso sobre nociones elementales de higiene y el cuidado de los niños. Aletta decidió ofrecer atención gratis en su consultorio dos días por semana para mujeres y niños indigentes (así lo hizo durante catorce años).
Una anécdota que nos habla sobre lo adelantada que estaba a su tiempo es que muchas de sus pacientes eran vendedoras que tenían problemas ginecológicos por pasar más de diez horas de pie con un pequeño descanso de media hora para almorzar. Por ello una de las primeras campañas de Aletta fue para que las tiendas donde trabajaban les facilitaran banquetas donde sentarse cuando no estuvieran atendiendo. Sin embargo, hasta casi 20 años más tarde no se aprobó una ley con ese propósito.
En su trabajo se interesó también sobre la necesidad de poder controlar la natalidad y gracias a su esfuerzo, eventualmente los métodos de control de natalidad estuvieron disponibles en Holanda. También luchó contra la legalización de la prostitución que denigraba a las mujeres.
Fuera del ámbito de su trabajo médico, Aletta fue también una gran luchadora por el derecho al voto de las mujeres y fue líder y presidenta de la Asociación para el voto de la mujer hasta que la ley lo aprobó. Posteriormente, tras quedarse viuda, hizo un viaje por África, Medio Oriente y el sur de Asia para defender el voto de la mujer, organizando asociaciones de derechos para la mujer.
Durante la primera Guerra Mundial, comenzó su última campaña por la paz mundial y la libertad, por lo que fundó La Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, considerada la organización más importante de mujeres por la paz en el siglo XX. Jane Addams, su primera presidenta, recibió el Premio Nóbel de Paz en 1931.
En 1904, Aletta se retiró de la medicina y se mudó a The Hague donde murió en 1919.

SI ESTÁ SUFRIENDO VIOLENCIA DE GÉNERO O CONOCE ALGÚN CASO: el teléfono gratuito del Gobierno es el 016 (dicha llamada no queda reflejada en la factura telefónica). También la organización MalosTratos.org tiene un teléfono gratuito: 900 100 009