Una vez más un asesinato machista en España. Ocurrió el pasado día 12 de diciembre en Carral, health lindante a la localidad donde vivía ella (Abegondo) y a 5 kilómetros de A Coruña. Lino Botana Fariña, de 39 años, fue a la gestoría donde trabajaba su exnovia, Matilde Vazquez Ramallal, de 38 años, y la apuñaló hasta matarla. Forcejeó incluso con el jefe de la mujer y posteriormente se llevó el coche de ella hasta su casa. Una vez allí se suicidó prendiendo fuego a la casa. Tampoco esta vez había denuncia. Habían sido pareja desde muy jóvenes pero hacía unos meses que habían roto. La violencia machista, el “mía o de nadie” se cobró otra nueva víctima.
Con esta mujer asesinada, son ya 64 las mujeres asesinadas en lo que va de año por sus compañeros o excompañeros (se incluyen cuatro que no aparecen en las listas del Ministerio (una por estar en investigación la relación entre ambos, otra por haber ocurrido en Alemania (la mujer había huido de Girona donde la buscó y asesinó su pareja y él fue detenido en Girona a su vuelta), otra porque ocurrió en 2010 pero se creía que había sido un robo hasta que en marzo pasado se detuvo al marido y la última por tratarse de una transexual que ejercía la prostitución)). Siguiendo la campaña UNA POR UNA esta entrada TRES POR UNA visibiliza una vez más a mujeres de los siglos anteriores al siglo XX. Esta vez visibilizo una mujer inglesa del siglo XIX, , pediodista, escritora, comprometida socialmente y con un tesón digno de admirar. Gracias al blog de «Mujeres para pensar», que contiene muchas biografías y que os recomiendo: http://mujeresparapensar.wordpress.com (podéis ver otro listado en el siguiente enlace)
Jessie White Mario (Hampshire (Inglaterra), 1832-1906)
Jessie fue la primera mujer periodista en Inglaterra y la primera mujer que intentó inscribirse en la facultad de medicina.
Era hija de un constructor de barcos de la Isla de Wight, un hombre religioso extremamente estricto y al mismo tiempo no conformista en lo que se refiere a la educación. Por ello Jessie pudo recibir una educación excelente, lo que la llevó a estudiar filosofía en la Sorbonne de París.
En un viaje a Italia pudo conocer a Garibaldi y ese encuentro la estimuló a dedicarse a la unificación de Italia, convirtiéndose en propagandista de la causa italiana. Escribió artículos en los diarios sobre la situación en Italia, dio conferencias y levantó fondos para la causa italiana en el norte de Inglaterra y Escocia. Trabajó allí codo a codo con Mazzini.
En 1855 Jessie se presentó para ingresar en la facultad de medicina (la primera mujer que hizo la solicitud en Inglaterra) pero todos sus intentos fueron rechazados debido a ser mujer.
En 1857 fue con Mazzini a Génova y allí fue recibida con honores. Colaboró con Mazzini para que este pudiera liberar a patriotas de una prisión cerca de Nápoles pero la operación fracasó. Mazzini consiguió escapar de la policía y regresó a Londres pero Jessie y su novio, Alberto Mario, fueron capturados y encarcelados en Génova durante cuatro meses. Ese mismo año, se casaron.
Jessie continuó con sus conferencias en Inglaterra y Escocia y recaudando fondos para la causa italiana. Incluso en 1860 pasaron de Suiza a Génova para formar parte de la segunda ola de voluntarios que se unirían a Garibaldi en Sicilia para la lucha por la liberación del sur de Italia. Jessie se ocupó de curar a los heridos, que involucraba amputaciones sin anestesia.
Tras la unificación, en 1870, los temas sociales no tuvieron prioridad para el nuevo gobierno y fue Jessie quien comenzó a trabajar en proyectos de investigación para alertar al gobierno de que debía tomar medidas para la resolución de estos problemas: El primer trabajo de investigación fue sobre los efectos y las posibles soluciones para el pelagra, la enfermedad de las tres “d” (dermatitis, diarrea y demencia), causadas por falta de proteína y vitamina B3. Su investigación duró diez años y sus descubrimientos mostraron, por ejemplo, que la simple medida de tomar dos vasos de vino tinto a la semana reducía los efectos de la enfermedad. El segundo trabajo fue en torno a las condiciones de vida de los pobres en Nápoles, que el gobierno consideraba una ciudad próspera. Jessie descubrió que un número increíble de personas vivía en espacios subterráneos debajo de la ciudad, sin sanidad, con apenas una cortina como división entre una familia y la otra. Los ciudadanos de Nápoles ignoraban esta realidad, a no ser por los dueños de estos espacios, que cobraban rentas exorbitantes. Su informe La miseria di Napoli fue publicado en 1877. El tercero se refería a las condiciones de trabajo en las minas de sulfuro sicilianas. Era preocupante el tema del trabajo de menores y la salud general de los mineros. Jessie hizo innumerables visitas a las minas tanto en la superficie como bajo tierra y publicó su informe Le miniere di Zolfo in Sicilia en 1894.
También escribió las biografías de Garibaldi y Mazzini además de otros héroes olvidados de la causa italiana.
Las cenizas de Jessie están enterradas en el sur de Venecia, junto a las de Alberto.