El día 10 de noviembre el cuerpo de Silvia Rodriguez, there una joven de 16 años era encontrada, denture apuñalada, sick en un contenedor de basura, dentro de una maleta, en Leganés (Madrid). Al principio se pensó que podría ser una prostituta y por ello estaba esperando más noticias antes de hablar del tema pero parece que las investigaciones van tomando cuerpo a que se trata de un asesinato machista, una vez más.
En estos momentos se busca al exnovio de la chica, Christian Yonk, de 21 años, y los motivos, del asesinato podrían ser los celos del hombre ya que ella estaba saliendo con otra persona en estos momentos. Hacía sólo tres semanas que habían roto y él, parece ser, la acosaba constantemente por dicho motivo. Según leía este fin de semana, la joven vivía con su presunto agresor en una habitación alquilada de Leganés y en el registro de dicho piso se encontraron manchas de sangre que apuntan abiertamente a que el asesinato fue cometido allí y que el agresor trasladó en la madrugada del miércoles el cadáver oculto en una maleta hasta el contenedor de basura donde finalmente fue hallado.
El cuerpo aparecía desnudo, muy maquillado y cosido a puñaladas, una de ellas la degollaba «de oreja a oreja», según una familiar. No ha sido todavía contabilizada por el Ministerio por ser un caso en investigación al estar huido el sospechoso.
Con esta mujer asesinada serían ya 72 las mujeres asesinadas en lo que va de año por sus compañeros o excompañeros incluidas DOCE que el Ministerio de Igualdad no cuenta por haber desaparecido o fallecido en 2009 aunque sus cuerpos se encontraron este año (3), porque otra ejercía la prostitución y no era pareja “oficial” (1), porque otra era la madre de la pareja a quien iba a matar en realidad (1), por estar en investigación (4), por ser turistas (1) o por no haberse determinado con fiabilidad que existía una relación sentimental más que de amistad simplemente (2)). Siguiendo la campaña UNA POR UNA esta entrada TRES POR UNA visibiliza una vez más a mujeres de los siglos anteriores al siglo XX, desconocidas por el público en general probablemente por su condición de mujer, pero tan importantes como cualquier premio nobel, varón, de las mismas épocas. No deben caer en el olvido tampoco. Esta vez otra gran matemática que tuvo que luchar contra la sociedad patriarcal del momento para poder ejercer su gran pasión. (podéis ver otro listado en el siguiente enlace)
Sophie Germain (París, 1776 – 1831)
Nació en una familia burguesa en París (Francia), hija de un rico comerciante de sedas y se cuente que a los 13 años, leyendo la historia de la muerte de Arquímedes a manos de un soldado romano, decidió que ella tendría que ser matemática, hasta tal punto que su padre, para impedirle que estudiara matemáticas también por las noches, le escondía las velas, aunque finalmente cedieron y financiaron los estudios de su hija.
Con 18 años, las matemáticas eran “cosa de hombres” y Sophie no podía ingresar en la École Polytechnique, por lo que tuvo a escondidas asumió la identidad de un antiguo alumno (Monsieur Antoine-August Le Blanc) y así la escuela le enviaba por correo los apuntes y problemas y respondía las soluciones por correo. Hasta que al final el encargado del curso, Lagrange, admirado por la brillantez de las respuestas, solicitó una entrevista con el alumno y Sophie tuvo que presentarse. A partir de ese momento Lagrange se convirtió en su mentor y amigo.
Sophie admiraba al gran matemático Gauss y mantuvo con él correspondencia (bajo el seudónimo de Le Blanc pues sospechaba que, siendo mujer, no se molestaría en leer sus cartas), comunicándole sus descubrimientos matemáticos. Cuando Napoleón invadió Prusia, Sophie, que era amiga de un general de Napoleón que estaba en Prusia, envió un mensaje a su amigo para que garantizase la vida de Gauss. El general comunicó a Gauss que debía su vida a mademoiselle Germain. Gauss quedó agradecido pero sorprendido, pues no conocía a tal señorita. En la siguiente carta de Sophie a Gauss le reveló su verdadera identidad.
Sophie hizo importantes contribuciones a la teoría de números y la teoría de la elasticidad. Uno de los más importantes fue el estudio de los que posteriormente fueron nombrados como números primos de Sophie Germain (números primos cuyo doble incrementado en una unidad es también un número primo).
En 1811 Germain participa en un concurso de la Academia Francesa de las Ciencias para explicar los fundamentos matemáticos desarrollados por un matemático alemán aplicados al estudio Ernst Chladni sobre las vibraciones de las superficies elásticas. Después de ser rechazada por dos veces, en 1816 ganó el concurso, lo que la convirtió en la primera mujer que asistió a las sesiones de la Academia Francesa de las Ciencias (aparte de las esposas de los miembros) y la colocó junto a los grandes matemáticos de la historia.
En 1830, y con el impulso de Gauss, la Universidad de Göttingen acordó otorgar a Germain un grado honorífico; pero antes de que ella pudiera recibirlo, murió de cáncer de mama un 27 de junio de 1831.
Sophie murió el 27 de junio de 1831 en París y en el certificado de defunción, a pesar de sus múltiples aportaciones al avance de las matemáticas, consta como renttiére-annuitant (mujer sin oficio). Tampoco cuando se erigió la torre Eiffel (para la Expo de 1889), su nombre aparecía en la inscripción que se hizo en ella de 72 sabios franceses
Esto es lo que Gauss contestó a Sophie cuando se enteró que era una mujer:
Pero cómo describirte mi admiración y asombro al ver que mi estimado corresponsal Sr. Le Blanc se metamorfosea en este personaje ilustre que me ofrece un ejemplo tan brillante de lo que sería difícil de creer. La afinidad por las ciencias abstractas en general y sobre todo por los misterios de los números es demasiado rara: lo que no me asombra ya que los encantos de esta ciencia sublime sólo se revelan a aquellos que tienen el valor de profundizar en ella. Pero cuando una persona del sexo que, según nuestras costumbres y prejuicios, debe encontrar muchísimas más dificultades que los hombres para familiarizarse con estos espinosos estudios, y sin embargo tiene éxito al sortear los obstáculos y penetrar en las zonas más oscuras de ellos, entonces sin duda esa persona debe tener el valor más noble, el talento más extraordinario y un genio superior. De verdad que nada podría probarme de forma tan meridiana y tan poco equívoca que los atractivos de esta ciencia que ha enriquecido mi vida con tantas alegrías no son quimeras que las predilección con la que tú has hecho honor a ella.