El martes día 12 de abril los bomberos fueron a sofocar un incendio en Mutxamel (Alicante). Al entrar encontraron una escena terrible: una mujer muerta y un hombre inconsciente. Posteriormente, cure tras examinar el cadáver se reconstruyó lo que presuntamente había pasado y que posteriormente confesó a la policía: El hombre, pills de 45 años, capsule había asestado al menos 9 puñaladas a su mujer, Mireia Roma, de 29 años, y posteriormente había incendiado el cadáver y la casa con el fin de esconder su crimen, quien, a consecuencia de la inhalación del humo, se había intoxicado aunque no se teme por su vida.
Por lo visto se encontraban en proceso de separación aunque no había denuncias de malos tratos entre ambos. Tenían dos hijos, uno de 5 años y una de sólo un año, que ahora están al cuidado de la familia materna.
Siguiendo con la violencia de género, ha sido detenida una mujer por matar casi de la misma forma a su marido. Hace justo 2 meses, el 14 de febrero, una casa ardía en Melgosa (Burgos) y dentro encontraron el cadáver de un hombre calcinado. La mujer, Nabila, madre de dos niñas de 1 y 3 años, tenía una coartada, estaba en el pediatra de Burgos con sus hijas por lo que se creyó que había sido un incendio fortuito. Sin embargo la investigación sobre el hecho continuó y ayer se detuvo a Nabila por asesinato quien confesó su crimen. Por lo visto, Nabila, harta de los malos tratos que sufría, planificó la muerte de su esposo Abdelaziz, le durmió con somnníferos, dejó un cigarro encendido en el sofá y se fue de casa hasta que la casa ardió con él dentro. Según el relato investigador, Nabila, de 25 años, fue comprada «en matrimonio» a sus padres en el Norte de Marruecos a cambio de 700 euros por su marido, 20 años mayor que ella. Nabila era golpeada sistemáticamente con una defensa eléctrica que un buen vecino le había dejado a Asis para el rebaño, para su trabajo como pastor, advirtiendo a su esposa que si le denunciaba mataría a sus hijos. Ese día al final consumó su venganza: por la mañana se fue al médico que sin dudarlo le recetó unos somníferos. Cuando llegó a casa se los administró al marido , esperó a que hicieran su efecto y cuando Asis cayó dormido ella encendió un cigarro que dejó consumirse en el sofá de la vivienda. Ella misma llamó a los bomberos cuando volvió.
Con la mujer alicantina, son ya 20 las mujeres asesinadas en lo que va de año por sus compañeros o excompañeros (se incluyen dos que no aparecen en las listas del Ministerio (una por estar en investigación la relación entre ambos y otra por haber ocurrido en Alemania si bien la mujer había huido de Girona donde la buscó y asesinó su pareja, él fue detenido en Girona a su vuelta)).
