Este ha sido un verano muy sangriento, physician un verano donde una vez más, no hace mucho, he tenido que oír esa coletilla de “pero también las mujeres matan a hombres y de eso no habláis”, como si fueran comparables!. Sí, todas las muertes son igual de duras e importantes, incluido las muertes de un asesino porque alguien siempre va a llorar dicha pérdida. Lo son, sí pero no, no es lo mismo, ni mucho menos.
(esa frase me suena parecido a esa otra frase típica que suele comenzar con “Yo no soy racista pero…..” o “Yo no soy machista pero….” , ¡coño!, si no lo eres di lo que piensas y no pongas la coletilla esa, joder!)
Me gustaría poner este relato que leía en El Pais (en un artículo de PATRICIA ORTEGA DOLZ DEL 22 DE AGOSTO) y que relata perfectamente esta lacra que no podemos olvidar ni podemos mezclar, ni confundir, ni minimizar…. de ninguna de las maneras. Tu hija, tu hermana, tu madre, tu amiga….todas son posibles víctimas, no podemos vacilar. La tolerancia ante el maltrato, sea físico, psicológico o de cualquiera de las formas, debe ser CERO. Ellas, en su terror, puede que no se atrevan o no sean conscientes del peligro, puede que en su amor no vean las consecuencias de lo que sufren o lo que puede llegar, puede que por los hijos/as no se atrevan a moverse, puede que por miedo a quedarse solas y sin medios económicos no se atrevan a mirarle a la cara siquiera para no enfadarle,…..en ese momento estamos los demás: ante cualquier motivo, signo o señal de maltrato, debemos actuar: hablando con la víctima y agresor, denunciando, ayudando como podamos……..
Depende de ti, de mi, de nosotros/as que estos asesinatos continúen.
Todos, todas somos cómplices, en mayor o menor medida cada vez que admitimos esos machismos o micromachismos que conocemos.
Así comienza dicho artículo: “Carlos Alberto Soler, exvigilante de seguridad y parado de larga duración de 38 años, estaba pasando unos días de vacaciones en casa de su madre, junto a su hijo, Carlos, de 7 años, y Cristina, de 14, la hija de quien —proceso de divorcio mediante— se estaba convirtiendo en su exmujer. Todos en una casa de campo, una finca en las afueras de Villajoyosa (Alicante). El pequeño al principio no tenía ganas de ir y por eso lo acompañó su hermana mayor. El pasado 30 de junio Carlos Alberto se levantó temprano. Tenía todo preparado: la gasolina, la bombona de butano, y ya le había mandado esas cartas rabiosas a sus amigos y familiares contándoles lo mala que era Toñi, la que hasta ese mismo día sería su esposa, porque a primera hora de la tarde debían ir a firmar el divorcio. Con las primeras luces del día, cuchillo en mano, fue habitación por habitación y degolló a su hijo primero, a la hermana después y a su propia madre. Les apuñaló a los tres: “Con ensañamiento”, revelan fuentes de la investigación. Luego cerró con llave la puerta de la casa por dentro y provocó una tremenda explosión de gas, y el consecuente incendio. Murió “asfixiado y quemado”. Todos creyeron que un fuego traidor en un caluroso día estival había destrozado una familia. Pero no.
Aquella fuerte deflagración que alertó a los bomberos hacia las diez y media de la mañana, aparte de esconder tres asesinatos y un suicidio, marcó el inicio de uno de los veranos más sangrientos que se recuerdan en España. En solo dos meses han muerto 17 mujeres a manos de sus exparejas y 8 niños han sido asesinados por sus progenitores, además tres madres por sus hijos, el novio de una de las mujeres asesinadas y la amiga de otra. Cuatro agresores se han suicidado y han sido 18 los detenidos. En total, 33 muertes en 60 días, con el común denominador de la violencia machista y doméstica y la brutalidad de unos crímenes caseros”.
En las posteriores informaciones los vecinos, conocidos/as…decían que no se lo esperaban, que el hombre era una persona “normal”….. Quizá a todos ellos/as les diría que pensaran más a fondo, que recordaran frases de ese hombre, gestos, formas de hablar, discusiones, chistes, compras, o que se fijen en detalles de cuando estaban la pareja juntos, la forma de comportarse de ambos en la mesa, en las compras, en las conversaciones….…quizá fijándose en pequeños detalles descubran que esa normalidad de la que hablan al final es eso, el machismo escondido que se convierte en asesinato en tantos y tantos casos ya.
El resto del relato de este verano es todavía más escalofriante, y os recomiendo su lectura: http://politica.elpais.com/politica/2015/08/22/actualidad/1440253089_579882.html
NO HAY EXCUSAS, NO HAY COMPARACIONES: TOLERANCIA CERO ANTE EL MACHISMO.
PUEDE QUE DIGAS QUE NO PUEDES HACER NADA CONTRA ESOS ASESINATOS PERO SÍ PODEMOS LUCHAR DESDE ABAJO, CONTRA TODOS ESOS MICROMACHISMOS QUE ENGORDAN ESTA LACRA FINAL, NO HACER GRACIAS DE ELLOS, NO FOMENTARLOS, CONTESTAR A LOS PERIÓDICOS QUE LOS COMENTEN….….
UNOS EJEMPLOS:
En Zara, en el body rosa (lo del color es lo mismo, podría hasta ser perfectamente útil) pone ‘Pretty & Perfect – It’s what daddy said’ (Bonita y perfecta: eso dice papá), en el azul para niños: ‘Cool & Clever – It’s what mummy said’ (Guay e inteligente: eso dice mamá).
¿Por amor?, El acoso reducido a chiquilladas por amor»???