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PROYECTO STOLPERTEINE (“Piedras que hacen tropezar”), UN MOMUMENTO MUNDIAL PARA NO OLVIDAR A LAS PERSONAS ASESINADAS POR EL GENOCIDIO NAZI Y LA DICTADURA FRANQUISTA

El proyecto de estos adoquines memoriales fue ideado por el artista alemán Gunter Demnig, como un monumento para la Memoria, para no olvidar el destino de tantos cientos de miles de seres humanos que fueron deportados o asesinados por los nazis (la palabra Stolperstein es una palabra alemana que designa una piedra en el camino que puede hacer tropezar al caminante).

Este proyecto es un megamonumento, pero compuesto de pequeños “adoquines” distribuidos por toda Europa. Cada adoquín es un cubo perfecto de cemento de 10x10x10 centímetros y en su parte superior llevan incrustada una placa de latón de 10×10 centímetros, donde se encuentran grabados los datos esenciales de la persona que se conmemora en ese adoquín («Aquí vivió…», «Aquí trabajó…», «Aquí eligió la muerte» (ya que muchas se suicidaron al saber que venían a detenerles), seguido de sus nombres, fecha de nacimiento, de deportación o de muerte.

Estos adoquines se colocan en las aceras, delante de los edificios o lugares donde las víctimas vivieron o trabajaron antes de ser encarceladas o deportadas. Se colocan haciendo un agujero del mismo tamaño, formando por ello parte de las mismas aceras, y sólo sobresale del suelo esa pequeña placa de latón, de ahí el nombre, ya que al sobresalir podría ser un “motivo de tropiezo”, como cuando un adoquín sobresale sobre otros (aunque al ser tan mínimo el resalte, es casi imposible el tropiezo real).

El objetivo del artista es que las personas que pasean por la zona, al percibir ese resalte y esa placa, detengan su marcha durante un instante y se inclinen para leer lo que está escrito en la placa (la inclinación es a su vez una señal de respeto a esa persona que se recuerda y que sufrió la barbarie nazi). De esta forma se hace presente la memoria de esas personas en el espacio público, invitándonos a dedicar un pensamiento por la persona en concreto al que se dedica la placa, preguntarnos donde vivía, en qué trabajaba, donde fue deportada… Además, con ello, se hace una labor de investigación, para saber quiénes fueron, donde vivían, donde trabajaban…y es una forma de volver a la vida a tanta víctima inocente.

ORIGEN DEL PROYECTO

Demnig empezó a interesarse por hacer este proyecto cuando en 1990 conoció la historia de la deportación de unos mil gitanos que residían en la ciudad alemana de Colonia, en 1940, que había sido una especie de inicio y preparación de las posteriores deportaciones masivas de judíos, gitanos, homosexuales, discapacitados, alcohólicos y otros colectivos de personas que los nazis consideraban inferiores y que por ello asesinaron a cientos de miles. Al tratar de investigar vio que los propios vecinos de Colonia ni conocían dicha historia por lo que en mayo de 1990 imprimió en Köln (Colonia), con pintura, una Huella de la Memoria por la deportación de mil gitanos y sintis que allí vivían, uniendo el barrio donde esta gente había vivido con la estación de trenes Köln-Deutz, desde donde partieron casi todos los trenes con destino a los campos de exterminio hasta 1944. (En la foto, el artista, en una foto tomada el día en que se pusieron las piedras en Granollers)

Fue cuando esa huella se borró cuando se le ocurrió fijar al suelo unas placas de latón en su lugar pensando en que en vez de hacer una gran obra de arte conmemorativa, sería mejor y más económico hacer muchos pequeños “monumentos”, en forma de adoquín y una placa con texto, integrándolos en los pavimentos del lugar donde vivían las víctimas (al principio Demnig quería colocar las placas en las paredes de los edificios donde vivieron las víctimas pero los obstáculos para los permisos eran muchos y por ello vio que el suelo era el mejor lugar y el proyecto empezó a hacerse realidad).

De esta forma, el 16 de diciembre de 1992, puso el primer adoquín o Stoperstein , fecha en que se cumplían cincuenta años de la orden que impartió el nazi Himmler para la deportación de «gitanos». La puso en la plaza del histórico edificio del Ayuntamiento de Colonia y en la placa se podían leer las primeras líneas del texto del decreto de deportación. En la foto siguiente, colocación de un adoquín en Alemania por el artista.

Posteriormente, en 1996, en el marco de un proyecto artístico sobre lo que significó el campo de concentración de Auschwitz, Demnig fabricó bloques de latón y las hizo del tamaño de los adoquines típicos que cubren muchas de las calles alemanes, colocándolas en el barrio Kreuzberg de Berlín, donde vivían cincuenta judíos que fueron asesinados por los nazis.
Hasta el año 2000 no pudo tener los suficientes permisos municipales para poder colocar muchas de sus piezas pero tras ese año, el proyecto se expandió y ha tomado una fuerza increíble, haciéndose famoso convirtiéndose en el monumento recordatorio descentralizado más importante del mundo. A finales de 2008, se habían instalado alrededor de 17.000 Stolpersteine en unas 400 ciudades alemanas. A partir de ese año la instalación se extendió también a varias ciudades europeas: España, Italia, Países bajos, y Hungría..

LOS ADOQUINES

Las piedras o adoquines con su placa se confeccionan manualmente, por lo que debido a la alta demanda que ha recibido, Demnig se deja ayudar por algunos colaboradores. Dado que la muerte de las víctimas por los nazis tuvo un carácter masivo y semiindustrial, insiste que estas piedras deben realizarse en contraposición siempre una a una y manualmente.
Procura que la piedra sea colocada frente al último domicilio que ocupó voluntariamente la víctima. Tras la guerra, al quedar destruidas muchas casas, hubo calles completas que se convirtieron en espacios públicos como parques, polideportivos, etc. En estos casos las piedras se colocan lo más cerca posible de la última residencia, pero siempre en aceras o caminos, para que el caminante «tropiece» con ellas. Las piedras, una vez colocadas, pasan a ser propiedad de la ciudad o municipio.
Actualmente ya hay más de 70.000 Stolpersteine en más de 1.800 ciudades de 24 países de Europa, como Alemania (donde se han colocado en más de un millar de localidades), Austria, Bélgica, Croacia, la República Checa, Francia, Italia, Hungría, Luxemburgo, Países Bajos, España… En 2017, excepcionalmente, se colocó en Argentina el primer adoquín de fuera de Europa, en homenaje a los fundadores de un colegio alemán en Buenos Aires y a las familias que allí se refugiaron tras dejar sus hogares para huir de la persecución nazi.
Las Stolpersteine son financiadas por donativos, colectas y apadrinamientos de ciudadanos individuales, estudiantes de colegios, gremios profesionales y comunas. Cada cubo cuesta alrededor de 120 euros.

STOLPERSTEINE EN ESPAÑA

En el estado español este proyecto recuerda sobre todo a muchas personas republicanas que huyeron a Francia después de la victoria del golpista Franco y fueron detenidos por el régimen nazi. Algunas personas fueron directamente asesinadas tras las detenciones, otras entregadas al régimen colaborador de Vichy y otras deportadas a campos de concentración nazis, sobre todo Mauthasusen y Gasen (se estima que hubo más de 10.000 deportados españoles en campos nazis entre 1940 y 1944).

Las primeras Stolperstein en el estado español fueron las cinco que colocó el artista el 9 de abril de 2015 en las localidades catalana de Navàs y Palà de Torroella (Barcelona). Hoy en día hay unas 500, en un total de cerca de 80 municipios (incluidas tres en Requena que no son oficiales), sobre todo en Catalunya y Baleares pero también muchas en Asturias, Córdoba, Cáceres, Madrid, Soria, Toledo, Valencia y Zamora. Foto de los 12 primeros adoquines que luego se pusieron en Madrid:
Una entrada especial sobre los colocados en Granollers (Barcelona), podéis ver EN ESTE ENLACE 
En el País Vasco el primer Municipio que tiene previsto colocar Stolpersteines es Barakaldo, a 10 de sus vecinos muertos en un campo de concentración nazi.
Al menos 253 personas de origen vasco (10 mujeres entre ellas) fueron deportadas a campos nazis, de los que 113 personas fallecieron y 15 más desaparecieron (4 de las mujeres murieron y 2 desaparecidas).

LAS VÍCTIMAS ESPAÑOLAS EN LOS CAMPOS NAZIS

Tras la guerra, desde 1939, al menos 550.000 refugiados españoles cruzaron la frontera para huir de los vencedores. Francia aún era libre de nazis y la mayor parte fueron internados en campos de refugiados como el de Argelès-sur-Mer (ahí llego a haber hasta 100.000 personas recluidas). Muchos pudieron escapar de allí alistándose en compañías que trabajaban para el ejército francés construyendo puentes, carreteras, fortines… De esta forma seguían luchando contra los nazis aliados de Franco. Pero en 1940 los nazis ocuparon Francia y de refugiados los españoles pasaron a ser prisioneros. En 1940 el ministro de gobernación Serrano Suñer fue a Berlin y, “casualmente”, a partir de ese momento se dio una orden del “Furher” de que todos los prisioneros españoles debían ser deportados a los campos de concentración (en realidad de exterminio). Además, el régimen franquista del dictador Franco retiró a los supervivientes españoles su nacionalidad y por ello ni siquiera como españoles jamás habían tenido un reconocimiento ni una restitución como víctimas (en un documento fechado el 25 de septiembre de 1940 se indica que a los prisioneros españoles se les despojaba de su estatuto de prisioneros de guerra y debían ser entregados a la policía secreta alemana. Al quitarles el gobierno franquista la nacionalidad española se les consideraba como “apátridas” y no tenían ninguna obligación de tratarlos según las convenciones militares y el derecho de guerra (el gobierno colaboracionista nazi de Vichy también les negó el estatuto de prisioneros de guerra franceses).
Se estima que hubo más de 10.000 deportados españoles en campos nazis entre 1940 y 1944 y cerca del 60% de ellos no sobrevivieron a su cautiverio. Sólo en el primer año, 1941, al menos 4.000 españoles llegaron a Mauthausen y ese mismo año murieron ya 3.000 de ellos. En vez de estrella de David a los españoles les ponían un parche con forma de triángulo azul invertido (símbolo de Emigrant), con una S de Spaniard en el centro.

En la foto siguiente, el día de la liberación del campo de Manthausen (1945) por las tropas que comandaba Albert Kosiek, sargento norteamericano, los españoles colgaron una bandera republicana en la puerta de acceso al campo, tapando el águila nazi y una gran pancarta en la que habían escrito: “Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas liberadoras”.

El genocidio nazi no sólo fue racial o político, fue un genocidio de los más débiles (según su propia idea de debilidad, claro): al lado del campo de concentración austriaco de Manthausen estaban las instalaciones de un antiguo castillo, convertido en gran hospital psiquiátrico, el hospital de Hartheim. Dicho edificio se utilizó entre 1941 y 1944 para otro fin: la «operación 14f13», que consistía en llevar al castillo prisioneros de los campos cercanos, enfermos o incapaces de trabajar y, tras someterlos a falsos exámenes médicos, introducirlos en la cámara de gas. Se estima que entre 1940 y 1944 fueron ejecutados allí al menos 30.000 personas entre enfermos mentales, discapacitados físicos y psíquicos y prisioneros de los campos de Mauthausen, Dachau y Gusen. Al menos 500 españoles murieron en Hartheim en el marco de esa operación.

UN PEQUEÑO RECUERDO A LAS VÍCTIMAS ESPAÑOLAS, POR FIN EN EL AÑO 2019

Una de las medidas de la Ley de Memoria Histórica, como agradecimiento y reparación de esas miles de personas deportadas a los campos de concentración nazis, fue hacer, un listado de las víctimas y publicarlo en el Boletín Oficial del Estado. La publicación de esa lista, el 20 de septiembre de 2019 (el año que cumplía el 80 aniversario de éstas deportaciones), es un símbolo, con el fin de «dar identidad oficial a aquello que fue silenciado durante tanto tiempo». Para confeccionarla, los investigadores estudiaron los libros donde aparecen los nombres de todos los españoles que estuvieron en los campos de Mauthausen principalmente. Estos libros fueron recogidos por los norteamericanos, que posteriormente se los dieron al gobierno francés y estos, en 1952 se los dieron al Gobierno de Franco (pero este se encargó de que esconderlos para que no se hablara de ello, hasta estos últimos años en que se han investigado y de ahí el fruto: el listado publicado). Se listan un total de 4.427 víctimas, una parte de las muchas más que hubo en los campos de concentración nazis (uno de los investigadores habla de que al menos hay constancia de otros 600 españoles que estuvieron en Mauthausen, pero no aparecen en los listados nazis que investigaron). Hablando de Manthausen, Barcelona es la provincia de origen con más presos, 469. La siguen Madrid (242), Córdoba (232), Murcia (214), Huesca (210), Tarragona (209) y Toledo (176).

STOLPERSTEINE REMEMBRANCE STONES: PARA VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO

Desde 2018 el proyecto reconoce también a las víctimas del franquismo, en este caso se llaman Stolpersteine Remembrance Stones (Piedras de la Memoria) y van con placas plateadas en vez de las hasta ahora doradas que reconocen a las víctimas del nazismo.

Los primeros 20 adoquines han sido puestos en Mallorca, en los municipios de Alaró, Algaida, Búger, Consejo, Costitx, Esporles, Inca, Manacor, Mancor de la Vall, Montuïri, Palma, Pollença, Porreres y Servera. Fueron puestos por el artista gracias a la Associació Memòria de Mallorca, el 14 de diciembre de 2018 y homenajeaban a 20 hombres, 19 de ellos alcaldes, asesinados por el franquismo (posteriormente se pusieron otras en Artà, dedicadas esta vez a homenajear y guardar memoria de víctimas civiles).
Actualmente hay unas 50 de estas colocadas en diversos municipios mallorquines y al menos 8 en municipios de Menorca. En la foto, presentación de los 8 Stolpersteine Remembrance Stones plateados y los 20 adoquines Stolpersteine normales, dorados, que se pusieron en abril de 2021 en Menorca.

WITNESS STONES EN EEUU y MONUMENTO A LAS VÍCTIMAS DE TERRORISMO EN VITORIA-GASTEIZ

Aprovecho para comentar un par de acciones que son similares y recientes:

Proyecto “Witness Stones (“piedras testigo”) , que empezó en Guilford, Conneticut en 2017 y que, también con adoquines y sus placas, trata de honrar la memoria de las personas esclavizadas en ese país. Ya se ha extendido también a otras a localidades de Massachusetts y Nueva Jersey y ya son más de 70 las piedras colocadas. Puedes conocer el proyecto EN ESTE ENLACE . Foto de dos de los adoquines de dos esclavizados:

En mi ciudad, Vitoria-Gasteiz, existe también el Monumento a las víctimas del terrorismo de ETA. El autor fue el escultor vasco Ibarrola, a instancias del Gobierno Vasco. Se creó en una gran avenida de salida y entrada de la ciudad en el año 2003. Consiste en un montículo con losetas donde aparecen el nombre de todas las personas asesinadas hasta ese año, al que se fueron añadiendo las que lo fueron asesinadas hasta 2010 en que ETA mató al último.

FECHAS DE COLOCACIÓN Y LUGARES DONDE PODER VISITAR ESTAS PIEDRAS DE LA MEMORIA EN ESPAÑA

Pongo aquí sólo algunos ejemplos que he conocido de las colocadas dentro del estado español:

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