Las mujeres en Irán necesitan el permiso de un tutor masculino para trabajar o viajar. Les está vedada la magistratura (¿porque no tienen juicio?….), anesthetist en los juicios su testimonio vale justo la mitad que el de un hombre; divorciarse les es casi imposible (a los maridos les basta con desearlo). Pero ¡ALBRICIAS!, las mujeres están de enhorabuena!, el presidente iraní ha expresado su deseo de que puedan ir a los estadios de fútbol por fin (es sí, separados de los hombres, por supuesto). Por lo visto el presi ha pensado que de esa forma, habiendo familias y mujeres, mejorará el comportamiento del público en general. Esperemos que prospere ese deseo entonces.
Ah, está chungo eso de ser mujer ahí, pero que conste que las mujeres en Irán pueden conducir, pueden votar, ocupar cargos públicos….algo que en la preciosa, rica y amiga de Bush and company, osease, Arabia Saudí…no pueden hacer.
(Entresacado de un artículo de Ruth Suárez en «Metro» de 25-4-06).