Ya, es posible que algunos los hayas leido con donostiarras o con madrileños, o con los de Lepe o con lo de la ciudad más cerca de tí …., pero los patateros de Vitoria los contamos con Bilbainos, faltaría más.
Aibalaostia Patxi, que te cagas de risas, va verásl. Diez chistecicos pues:
1.- Van dos bilbaínos en un bote.
– Oye Josetxu ¿Tú sabes porque los buzos se tiran al mar hacia atrás?
– ¡Joder hombre! ¡Si se tirasen hacia delante caerían dentro del bote!
2.-Dos bilbaínos se encuentran en un camino. Uno llevaba una bolsa al
hombro.
– ¿Qué tienes en la bolsa?, dice el otro.
– Pollos, responde el primero
– Si acierto cuantos llevas ¿puedo quedarme con uno?
– Si aciertas puedes quedarte con los dos.
– Bueno, pues … ¡CINCO!
3.- Le dice un bilbaíno a otro:
– Oye Patxi, he comprado un condensador de protones estroboscópicos con
fisionador calimastrado y lo he puesto en mi patio.
– ¡EEEEEE! Espera un momento. ¿Qué coño es un patio?
4.- AGENDA DE TELEFONOS
¿Por qué los bilbaínos usan solamente la letra ‘T’ en sus agendas de
teléfonos?
– Teléfono de Antxon, teléfono de Txomín, teléfono de … .
5- Se encuentran dos bilbaínos
– Sabes, al final encontré trabajo en Santiago.
– ¿De qué?
– De Compostela, aibalaostia pues, de que va aser!
6- Dos bilbaínos. Uno le pregunta al otro:
– ¿Qué llevas en esa cesta?
– Si lo adivinas, te doy un racimo.
– ¡¡ Croquetas!!
7- Se hunde el barco y el capitán, que era de Bilbao, le dice al
contramaestre
– Coja ese pico, rompa la ventanilla y larguémonos de aquí en una barca
salvavidas.
– Pero, … mi capitán, aún hay mujeres a bordo.
– Si hombre, para follar estoy yo ahora.
8.- Llega un niño de Bilbao a casa
– Mamá, mama en el colegio me llaman imbécil
– Bueno ¿y a mi qué?
– A ti puta.
9.- Dos bilbaínos se van al bosque en busca de un abeto para navidad.
Después de dos horas dando vueltas, uno le dice al otro:
– Bueno, ¡ya está bien!. El próximo abeto que veamos lo cogemos tenga o
no tenga bolas de navidad.
y 10.- Uno de Bilbao va por la autopista, adelantando a todo el mundo, con
su flamante coche recién comprado, cuando, de repente, nota algo raro.
Para en el arcén, baja y se da cuenta que una rueda se ha pinchado.
‘¡Aibá la ostia!, donde estarán en este coche el puto gato y la rueda de
repuesto.’
Mientras mascullaba, cagándose en ‘too’, se para uno de Donosti al que
había adelantado anteriormente, de mala manera, y le dice:
– ¿No sabes que estos coches modernos no tienen ni gato, ni rueda de
repuesto?
– Aiba la ostia, responde el bilbaíno, ¿y como se arregla esto, pues?
– Solo tienes que soplar fuerte por el tubo de escape y se infla la
rueda.
– La ostia Patxi, de cojones. ¡Gracias eh!
El donostiarra se monta en el coche y se aleja, ‘Estos de Bilbao son
unos soplagaitas’, piensa.
Mientras el de Bilbao estaba sopla que te sopla por el tubo de escape
del coche. ‘Aiba la ostia, esto no se infla. A ver si lo estoy haciendo mal’
Y el tío seguía y seguía soplando y lo único que se inflaba era la vena
del cuello, a punto de estallar.
Ya estaba casi extenuado cuando se para otro de Bilbao.
– Oye Patxi ¿que haces, pues? …
– Mira tú. He pinchado y ha parado uno de Donosti, y me ha dicho que en
estos coches modernos soplando por el tubo de escape se infla la rueda.
El otro se empieza a reir y dice:
– Aiba la ostia, pero mira que eres gilipollas … ,¿eh?. ¡Tienes las
ventanillas bajadas! ¡¡¡Cojones!!!.