cialis pills «serif»» />Menos algunos políticos de supuestamente izquierdas y por supuesto, find los dirigentes y militantes fachas del PP (que no son todos pero últimamente mandan mucho)…el resto del mundo sabe que la Justicia en España no es Justicia. Algunos lo callan (por si acaso), otros lo dicen por lo bajinis (por si acaso), otros lo dicen pero no hacen nada para que cambie (por si acaso)….. El caso es que “por si acaso” me tildan de “terrorista”…., la gente calla. Hay varios juristas importantes, que ya no están en la política, que han alzado su alta-voz contra la ley de partidos y demás leyes antidemocráticas que se “crean” con fines concretos y específicos, fuera de toda la lógica de la ley.
Ayer el tocó al ex fiscal jefe de Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, que se mostró “avergonzado” por la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que anuló numerosas listas de ANV, y dijo que este tipo de resoluciones reflejan «la universalización en España de un cierto estado de excepción».
«Me avergüenza que el Tribunal Constitucional de España dicte una sentencia tan pobre y tan débil de argumentos», añadió Villarejo, antes de recordar que esta resolución «ha excluido de la posibilidad de ser elegidas a personas sobre las que no ha recaído ninguna causa» que imposibilite que sean elegidas y que «no deberían haber sido nunca excluidas de su posible elección». El jurista lamentó también la actitud de algunos jueces tras el alto el fuego de ETA, período en el que, en su opinión, se convirtieron en «protagonistas activos» interpretando las normas «obstaculizando activamente el proceso de paz». Por otra parte, Villarejo demandó la derogación de la Ley de Partidos porque, «su mantenimiento es incompatible con el sistema democrático», al tiempo que reclamó la suspensión de la política de dispersión de los presos.
Solo espero que algún pensante del Gobierno, tenga oídos para escuchar y coraje para actuar…estamos a tiempo.
(acabo de escuchar en ”Intereconomía” que ETA está a punto de anunciar en las próximas horas la ruptura del alto al fuego que anunció en marzo de 2006, que rompió a finales de año y que dijo seguir a primeros otra vez….. Espero que solo sea un “deseo inconsciente” de ese medio de comunicación fachoso. Que nada tenga que ver con la realidad. Perderíamos todos/as y ganarían los mas facciosos. El alto al fuego no tiene vuelta atrás, ya no. Cualquier cosa en sentido contrario sería un fracaso estrepitoso para ellos y para los vascos y vascas en general).
Os dejo aquí el editorial el Diario de Noticias de Álava de hoy mismo….
El jurista avergonzado. cuando figuras relevantes, ya sean de la política, o de la cultura, o de la magistratura, pasan a formar parte de las clases pasivas suelen tener la lengua suelta. No es buena señal, puesto que esa actitud ahora liberada y sincera denota que cuando estaban en el ejercicio de sus cargos estaban obligados a callar, o a ocultar, o a disimular, lo cual no es indicio de buena salud democrática.
Al ex fiscal jefe Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, no se le puede atribuir la condición de pusilánime porque en su larga trayectoria como profesional de la magistratura dio claras señales de entereza, dignidad y competencia. Sus opiniones tropezaron con frecuencia con el pensamiento único con que sus superiores interpretaban las leyes. Y así le fue. Por eso, es reconfortante que, ya jubilado y sin ataduras jerárquicas, pueda ir más lejos y reconozca públicamente que como jurista profesional se siente avergonzado por el grado de instrumentalización política al que puede llegar un tribunal.
Villarejo se siente abochornado por los excesos tantas veces denunciados en esta sección Editorial, que han llegado al colmo del disparate como son la Ley de Partidos, las sucesivas sentencias de anulación de listas electorales de ANV, el caso De Juana y el mantenimiento de la dispersión de presos. Para el ex fiscal jefe Anticorrupción, la denegación por parte del Tribunal Constitucional del amparo solicitado por ANV contra la ilegalización de sus candidaturas «no resiste una crítica jurídica rigurosa y seria», y la sentencia incurre en «notorias y constantes contradicciones».
Y se está hablando del Tribunal Constitucional, nada menos. Le avergüenza al veterano jurista una Ley de Partidos cuya derogación reclama porque «su mantenimiento es incompatible con el sistema democrático». Le avergüenza el inicio y desenlace del proceso a Iñaki de Juana que, a su juicio, «alcanza caracteres esperpénticos». Le avergüenza «hasta que límites de instrumentalización política» puede llegar un tribunal que acepte la iniciativa de un ministro para impedir que saliera en libertad un preso que había cumplido su condena de acuerdo a la ley vigente. Este tipo de resoluciones judiciales reflejan «la universalización en España de un cierto estado de excepción». Y eso, como demócrata, le avergüenza.