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ONGI ETORRI

Asesinato machista de otra mujer en Ponteceso, A Coruña. (Biografía: Rosalía de Castro)

Sep 16, 2010

No acababa de poner la anterior entrada sobre dos asesinatos machistas cuando me entero que una mujer más ha sido asesinada a martillazos en Galicia, illness presuntamente a manos de su marido.

Ocurrió ayer día 15 de septiembre, order en Ponteceso (A Coruña). Ella se llamaba María Rosa H.R. y tenía 34 años. Por lo visto estaban en trámites de separación y la mujer hacía 15 días que convivía con otro hombre por lo que los celos pueden haber sido la causa de este asesinato tan bestia. La pareja compartía un piso que el miércoles habían quedado en entregar a la casera, para lo que los tres se citaron a las 12.00 horas transcurriendo todo aparentemente normal, sin embargo posteriormente apareció el cuerpo de la mujer asesinada a martillazos en la cabeza. Ha sido detenido el marido, J.F.H., de 54 años, cuando iba por la calle con ropas manchadas de sangre
Tenía 2 hijos, de 11 y 5 años y parece ser que no había habido denuncias previas.

Recordemos que el teléfono de atención a las víctimas de la violencia de género es el 016. Es un teléfono gratuito y que no deja rastro en la factura telefónica.

Con esta mujer asesinada serían ya 59 las mujeres asesinadas en lo que va de año por sus compañeros o excompañeros (incluidas DIEZ que el Ministerio de Igualdad no cuenta por haber desaparecido o fallecido en 2009 aunque sus cuerpos se encontraron este año (2), porque otra ejercía la prostitución y no era pareja “oficial” (1), porque otra era la madre de la pareja a quien iba a matar en realidad (1), por estar en investigación (3), por ser turistas (1) o por no haberse determinado con fiabilidad que existía una relación sentimental más que de amistad simplemente (2)). Siguiendo la campaña UNA POR UNA esta entrada TRES POR UNA visibiliza una vez más a mujeres de los siglos anteriores al siglo XX, muchas veces desconocidas totalmente por el público en general probablemente por su condición de mujer, pero tan importantes como cualquier premio nobel, varón, de las mismas épocas. No deben caer en el olvido tampoco. Esta vez visibilizo a otra mujer que gallega. En este caso sí es bastante conocida, sobre todo en su patria, aunque su literatura avanzada le originó muchas críticas también por lo que bien merece este recordatorio el mismo día que en su tierra otra mujer ha sido asesinada (sacada del blog de «Mujeres para pensar», que contiene muchas biografías y que os recomiendo. http://mujeresparapensar.wordpress.com (podéis ver otro listado en el siguiente enlace)

Rosalía de Castro (Santiago de Compostela (A Coruña), 14-2-1837 – Padrón, 15-07-1885)

Poeta de las letras Gallegas y Feminista, ambas cosas con mayúsculas. Hoy en día se la considera también (junto a Gustavo Adolfo Bécquer), como la precursora de la modernidad e iniciadora de una nueva métrica castellana.
Su propio nacimiento ya es difícil: Rosalía de Castro su padres fueron María Teresa de la Cruz de Castro y Abadía y el sacerdote José Martínez Viojo. El presbítero anota en la partida de nacimiento: “…una niña que bauticé solemnemente… llamándola María Rosalía Rita, hija de padres desconocidos”.
Rosalía comenzó a escribir desde joven. Sus primeros años los pasó al cuidado de las hermanas de su padre y posteriormente, en 1842, se traslada a Padrón para vivir con su madre.
En 1856 se muda a Madrid a casa de su tía María de Castro. Ahí sale a la luz su primer libro, el poemario «La Flor»  (en el periódico La Iberia). Ese mismo año se casa con el historiador galleguista Manuel Murguía y tres años mas tarde nace su primera hija, Alejandra (posteriormente, entre 1867 y 1880, nacen seis hijos más (la última muerta). Rosalía verá morir a todos sus hijos antes que ella, ello hace que su creación literaria sea meláncolica en general.
En 1963 sale su primer libro en gallego, “Cantares gallegos” (en Vigo) que tiene reminiscencias de la antigua lírica galaico-portuguesa, de origen provenzal, especialmente la popular, con innovaciones métricas y protesta contra el centralismo castellano y la vida miserable del campesino gallego que se ve forzado a emigrar.
En 1864, los seminaristas de Lugo amenazan con apedrear la imprenta de Soto Freire para impedirle que publique, en su Almanaque, el cuadro de costumbres de Rosalía “El Codio” (texto que nadie conoce). En 1865 se publica “Las literatas (Cartas a Eduarda)”, un artículo sobre la condición femenina, en el Almanaque de Galicia (Lugo). Entre 1869 y 1870 escribe gran parte de su poemario Follas Novas donde ve al mundo como adversidad, y la existencia humana como dolor, con toques intimistas. Algunos críticos lo consideran el mejor de toda la poesía gallega.
A finales de 1870 reside en Madrid y conoce a Bécquer y en 1872 se publica la única segunda edición en vida: Cantares Gallegos. En 1881 comienza a salir “Costumbres gallegas” en Los Lunes del Imparcial, que denuncia la existencia, en ciertas zonas de Galicia, de casos de “prostitución hospitalaria” e provoca duras críticas.
Entre 1882 y1883 publica un número considerable de poemas en castellano en la Ilustración Cantábrica (Madrid) y en La Nación Española (Buenos Aires) que recogerá en el libro “En las orillas del Sar”.
Sus poemas, desprovistos de esperanza, representan un punto de partida para la lírica moderna. Rompen con las formas métricas de su tiempo y presentan imágenes religiosas inquietantes y poco tradicionales.
En sus años finales la aqueja una grave enfermedad, cáncer de útero, motivo de continuas depresiones. Murió en Padrón a los 48 años, seindo enterrada, según su deseo, en el cementerio de Adina, bajo un olivo.
Años después, en 1891, sus restos fueron trasladados a la iglesia de Santo Domingo, en Santiago de Compostela.

Hay que recordar que no sólo era una importantísima poeta si no que también escribió y publicó varias novelas: “La hija del mar” (1859), “Flavio” (1861), “Ruinas” (1866), “El caballero de las botas azules” (1867) y “El primer loco” (1881).
“…mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula
con la eterna primavera de la vida que se apaga
y la perenne frescura de los campos y las almas,
aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan”.
R. de C.