Hoy lunes y hasta el miércoles… toca pensar un poco en nosotros/as mismos/as. Además sé que este tema es muy importante para muchos y muchas de las que leéis este blog proque alguna vez así lo habéis manifestado. Nuestro querido colaborador, Lom (psicólogo también), nos ofrece un análisis extenso sobre eso que llamamos de tantas formas: crsis de edad, crisis de la mediana vida, crisis de identidad madura, crisis de los cuarenta…, crisis en el buen sentido también, un cambio al fin y al cabo. Un cambio que produce felicidad y dolor a la vez pero que ha de hacerse si verdaderamente te quieres a tí mismo.
Empezamos por esta primera parte, disfrutad.
La redefinición de vida…. La crisis media (1º parte)
Se habla actualmente con relativa frecuencia de las llamadas crisis de la mediana edad. Un concepto que esta entre lo más clásico y lo mas novedoso a la vez. Por un lado suele aplicarse a situaciones de sobra conocidas que suceden a las personas en esas épocas intermedias de la vida síndrome del nido vacío, menopausia, hastío de lo cotidiano, pérdida de juventud, rutina excesiva, miedo a la vejez, frustración por sentir que las ilusiones o metas previstas no se pueden conseguir, muertes cercanas, desilusiones o desencantos de pareja, rupturas de pareja, pérdida de expectativas de vida,.. Pero también podemos hablar de aspectos profundos y existenciales fruto de una sensación de necesidad de reorganizarte y revalorar lo vivido, de buscar una forma de felicidad o satisfacción más profunda, de reestructurar tus hasta ahora expectativas y de actualizarte frente a la vida en un momento en el que básicamente las personas han cumplido con casi todo lo que se supone que deben cumplir socialmente hablando como tener hijos, mantener una pareja estable, alcanzar un nivel profesional relativamente permanente, obtener los bienes que se deseaba alcanzar, en suma estar estabilizado… Y Probablemente ambos grupos de factores se den a la vez o en paralelo..
El caso es que en ambos aspectos esta redefinición vital influye en tu marco social, tu carrera profesional, tu situación familiar, tu pareja y tu sentido de la vida misma y origina reacciones mas o menos integradoras o desadaptativas, rompedoras o depresivas, que pueden ser drásticas hasta el punto de querer empezar de nuevo, desde cero, aunque esto signifique romper con todo tu mundo actual (pareja, hijos, profesión, marco social, etc…)
Hay polémica sobre si este tipo de crisis se da en todas las personas. Algunos estudios hablan de solo un 10 % o algo más , otros señalan que este estado de transición se da en un 70 u 80% peor que no significa que se manifieste como conflicto y ruptura, otros estudios expresan que en cualquier momento de la adultez puede darse una crisis de redefinición de vida en función de la experiencias y vivencias sufridas…. En fin.. algunos psicólogos hablan de estos temas como rasgos típicos evolutivos o vitales Así Erikson señala una etapa evolutiva específica “estadio de la adultez media” en el que el sujeto se debate entre la productividad y el estancamiento de vida y que puede generar esta crisis ante una pregunta de base como ¿que estoy haciendo aquí? ¿Qué sentido tiene lo que hago, lo que soy o lo que tengo? Etc.. Un ejemplo peculiar de esto se refleja en la película American Beauty. Antes, Jung también distinguió ese cambio de vida al señalar el proceso de individualización describiendo una primera etapa de la vida mas volcada hacia fuera, mas extravertida y la segunda etapa mas volcada al interior, mas introvertida siendo este punto de inflexión, donde por sus características, puede coincidir con la llamada crisis de la media edad.
El caso es que este punto de inflexión no necesariamente tiene que dar crisis entendiendo esta como una ruptura o cambio drástico pero si puede ser considerado como un momento en el que algo se redecide bien sea para dormirse en los laureles definitivamente o para relanzar tus ilusiones e ideas de manera nueva o rompedora. Quizá para considerar esto una “crisis” debe entenderse que esta redecisión (de vida, de carrera) debe tener confusión… El cambio no tiene que ser crisis pero la confusión por el que cambiar o cómo, si…
Se dice que en esta situación te encuentras en búsqueda o dejas de buscar definitivamente. Si estás en búsqueda es posible que los síntomas vayan en la línea de nuevos sueños y reestructuración de metas de la vida, querer no perder la juventud anterior, necesitar nuevas compañías o nuevas soledades… darle un sentido distinto a la vida que bien pudiera decirse como que se va en busca de una nueva felicidad. Cambias de amistades, de lugares, físicamente, de manera de vestir, de intereses y aficiones, …
Otro dato que se señala en los estudios es que esta crisis o redefinición se de de manera distinta en los hombres y el las mujeres. Esto sería debido en gran parte a los distintos roles que jugamos en la sociedad. Esta época de la vida para muchos hombres es de satisfacción y realización y la crisis puede darse con frecuencia en relación al hastío profesional (los americanos hablan de la redecisión de carrera) y temor a perder hombría…( conquistar buscar parejas jóvenes, nuevas aventuras, etc..) mientras que en el caso de la mujer, la menopausia, la pérdida de belleza física (convertirse en “invisibles” a los demás) los hijos mayores, son aspectos que más frecuentemente se dan en el juego de los roles establecidos.
Pero mirando un poco más allá y considerando esta crisis o redecisión como un factor madurativo o evolutivo debemos pensar que estos cambios drásticos, esta necesidad de cortar con todo, o romper y intentar desesperadamente nuevos horizontes, personas, parejas o filosofías de vida es una búsqueda de sentido a tu vida mas allá del convencionalismo en el que durante años se ha podido estar inmerso, casi obligado por los propios deberes sociales (trabajar y trabajar, mantener relaciones de amistad convencionales y establecidas, vida cotidiana y rutinaria en el hogar,..) Son caminos nuevos en los que ese impulso por ser, por construirte como individualidad trata de emerger por encima de todo reestructurándose los valores de la vida de manera que no te llena ya lo anterior. Puede entenderse como una revisión de los valores de la juventud. Me pregunto si incluso en otros casos, el saber que delante tienes ya la vejez, y la sensación de que la vida va a empezar a ir “cuesta abajo” y la pérdida de motivación por logros sobre todo si se han logrado la mayoría de las metas que en su momento uno se ha planteado (menos que te toque la lotería, te hagas rico y no tengas que trabajar que suelen ser otras metas pero no tan profundas aunque si deseadas, claro), es otro factor a considerar.
La sociedad nos encorseta a veces de manera que poder enfrentarse a cambios de este tipo nos resulta tan complicado que solo rompiendo podemos hacerlo. La mayoría de las personas estamos tan inmersos y embutidos en la misma con nuestras responsabilidades de trabajo, familiares y obligaciones sociales y económicas que cualquier impulso de cambio, reorientación o redefinición chocará con lo establecido y en ese choque quien puede perder es el sujeto en crisis y los que a su lado están inocentes de su proceso interno pero afectados por sus decisiones.
Toda crisis personal acarrea responsabilidades. Es una manera de ser conscientes de algo (se entiende crisis como oportunidad) pero a veces es mejor estar en la inconsciencia, en la ignorancia de lo que me pasa que enfrentarme a la realidad de mi vida… Ojos que no ven corazón que no siente se dice. Así que la mayoría de las veces evitamos ver..
El miedo a lo nuevo o a perder lo que se tiene o a ser criticado si haces tal cosas o a ser distinto o hacer las cosas de otra manera es lógico. Todos tenemos cuelgues o enganches que te hacen difícil ser libre en este sentido. Además todos tenemos miedo al vacío de la crisis a la inestabilidad que ocasiona y siempre que podemos lo evitamos incluso a costa de parte de nuestra identidad. Si podemos engañarnos lo hacemos hasta que surge el conflicto y dejas de manejarlo definitivamente. Entonces entras en la crisis irremediablemente cuando quizá, las razones de esta estaban años atrás, en decisiones de vida muy anteriores. ¿Por qué que se de en la mediana edad entonces? Puede ser que la insatisfacción se acaba de acumular en cada cual en un tiempo o puede ser que el miedo nos atenaza para tomar decisiones en su memento. Por eso, al final acabas tomando decisiones que pueden ser vistas por el entorno como negativas o improcedentes..Y por supuesto pueden serlo mas allá del convencionalismo porque tomar conciencia de tu crisis no significa que seas capaz de manejarla y gestionarla. Un ejemplo de esto son las separaciones. Con frecuencia las causas de las misma suelen estar mucho mas atrás de cuando se producen pero en ese intervalo uno de los miembros o los dos, acabar realizando actos que pueden llevar a la separación evidente por motivos mas actuales pero no causa. Así uno de los miembros puede empezar a mostrar conductas típicas de juego o filtreo fuera de la pareja o tener un amante… Puede descubrirse el pastel y eso ocasionar la decisión de ruptura. En este caso, a modo de ejemplo. La persona que produce la conducta inapropiada socialmente hablando (la infidelidad) es la causante de la ruptura, el malo de la película. Digamos que se confunden las causas con los efectos. No digo que sea así siempre, solo es un ejemplo, pero el que tenga un amante no es la causa de la ruptura real sino el desencadenante final de la misma y las causas pueden estar en otros lados lejanos, incluso, del tiempo presente pero a ojos vista de lo social… será el motivo real de la ruptura y el malo frente al bueno. Se dirá “ves si ya tenía repuesto” o algo similar.
Pues así sucede a veces en la crisis de mediana edad.. Hoy puede ser que decida dar un cambio drástico a su vida pero la causa puede estar hace bastantes años. Eso si, desde fuera será visto por lo que haga ahora con ese cambio. Si deja el trabajo estará loco, si deja la pareja, ya tendrá otra, si deja su vida actual, estará pirado,….
Es difícil salir del rebaño sin equivocarse un poco pero más difícil será hacerlo siendo entendido si no hay causas aparentes claras que lo señalen…. Toca ser el malo.